Redacción Nacionales
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El candidato presidencial de Nuestro Tiempo, Luis Parada, publicó una carta abierta dirigida a observadores y periodistas internacionales que han visitado El Salvador para las elecciones de este 4 de febrero. El problema principal directo, «es la instauración de una dictadura en El Salvador», dijo.
«El propósito de esta carta es informarles sobre lo que ha estado sucediendo en El Salvador en conexión con esta elección antes de la llegada de ustedes al país, para darles el contexto básico necesario para poder observar estas elecciones y reportar sobre ellas de una forma completa y objetiva», inició Parada.
Los principales problemas de la elección presidencial de El Salvador del 4 de febrero de 2024 «son el resultado directo de la instauración de una dictadura en El Salvador a partir del 1 de mayo de 2021, y del intento de reelección inconstitucional del actual presidente de la República, Nayib Bukele».
Parada hizo referencia al pacto ilegal del gobierno del presidente Bukele con las pandillas para reducir la cifra de homicidios.
Después de invadir la Asamblea Legislativa con elementos armados del Ejército el 9 de febrero de 2020, «el presidente Bukele se convirtió en un dictador el 1 de mayo de 2021, cuando su partido Nuevas Ideas llegó a la mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa de El Salvador»
El primero 1 de mayo de 2021, la mayoría calificada del partido Nuevas Ideas y sus aliados destituyó inconstitucionalmente a los cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. Ese mismo día también juramentó inconstitucionalmente a los nuevos magistrados ilegítimos sumisos al presidente Bukele. Con esa nueva Sala de lo Constitucional sumisa al presidente, el presidente Bukele ahora quiere mantenerse en el poder reeligiéndose inconstitucionalmente.
Ese mismo 1 de mayo de 2021, la Asamblea Legislativa leal a Bukele también utilizó su mayoría calificada en la Asamblea Legislativa para destituir, también inconstitucionalmente, al fiscal general de la República (que debe ser independiente del Ejecutivo) y juramentar a un fiscal general leal al presidente Bukele.
Posteriormente, el presidente Bukele afianzó el control del órgano Judicial al hacer que sus diputados en la Asamblea Legislativa aprobaran una ley para obligar al retiro a todos los jueces que tuvieran o sobrepasaran la edad de 60 años. Esos jueces, el 35% del total de jueces de El Salvador, fueron removidos y sustituidos por nuevos jueces leales al presidente, muchos de ellos sin ninguna o con muy poca experiencia como abogados. ç
Otros jueces que quisieron mantener su independencia e imparcialidad han sido trasladados a lugares remotos o removidos de sus cargos. Todos los demás jueces han quedado advertidos. Así fue destruido el experimento de construir un sistema judicial independiente e imparcial en El Salvador después de la firma de los Acuerdos de Paz en 1992, señala.
Desde entonces, el presidente Bukele ha cooptado o desarmado a todas las instituciones independientes que debían velar por la transparencia y la legalidad en El Salvador, como por ejemplo la Defensoría para los Derechos Humanos, el Tribunal de Ética Gubernamental, el Instituto de Acceso a la Información Pública, la Corte de Cuentas, y el Tribunal Supremo Electoral. Así es que, a partir de un pacto ilegal del gobierno del presidente Bukele con las pandillas, se manipuló una elección legislativa con la que se le dio fin a la separación de poderes y el imperio de la Ley. Así nació una dictadura que ahora solo busca consolidarse y perpetuarse en el poder.
Parada también planteó en la carta que el pacto ilegal del gobierno del presidente Bukele con las pandillas y el abuso del régimen de excepción han sido utilizados para generar miedo y apoyo electoral para una reelección inconstitucional. Detalló también que Bukele busca reelegirse a pesar de ser inconstitucional.
Parada destacó que el Gobierno ha montano una agresiva campaña propagandística para redes sociales y medios de comunicación a fin de replicar sus mensajes.
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