Yokohama (Japón)/dpa
El delantero uruguayo Luis Suárez impulsó hoy al Barcelona a la final del Mundial de Clubes al marcar un “hat-trick” en el triunfo 3-0 del equipo azulgrana ante el Guangzhou chino.
Ante las ausencias de Neymar y Lionel Messi, hospital Suárez asumió el mando del Barcelona en Yokohama con goles en los minutos 39, 50 y 66, el último de penal. El campeón de Europa jugará el domingo la final ante River Plate.
El Barcelona estuvo muy incómodo durante toda la primera parte. Desde luego, no le ayudaron la conocida ausencia de Neymar y la inesperada baja de última hora de Messi, quien se quedó en el hotel al padecer un cólico nefrítico antes del partido. Ambos son dudas para la final.
El Guangzhou propuso un partido áspero. Su técnico, Luiz Felipe Scolari, dejó a Robinho en el banquillo en lo que fue toda una declaración de intenciones. El conjunto chino eligió el repliegue intensivo a la espera de encontrar alguna ocasión en un envío largo o un balón parado.
El Barcelona no encontró ninguna fisura en la defensa rival, muy bien armada con Paulinho como eje. Al equipo azulgrana le faltaron las subidas de los laterales y la creatividad en las zonas cercanas al área. Obviamente, echó mucho de menos a Messi y Neymar. A cambio, tuvo a Andrés Iniesta como jugador más inspirado junto a la ya conocida combatividad del uruguayo Suárez.
Sin embargo, el equipo azulgrana se encontró con un gol salido prácticamente de la nada. La jugada ocurrió a los 39 minutos, cuando Rakitic disparó desde fuera del área y Li Shuai, el arquero chino, regaló el balón con un defectuoso rechace. Ahí apareció Suárez para marcar sin oposición y aprovechar el enorme regalo. Una acción individual echó por tierra todo el planteamiento de Scolari.
La primera parte murió en el área azulgrana. El Guangzhou tuvo varias faltas y saques de esquina, creando situaciones de peligro. Así, Claudio Bravo respondió con una magnífica intervención a un remate de cabeza de Paulinho. Los arqueros pusieron la diferencia en el marcador antes del descanso.Lo peor de la primera mitad fue la lesión del lateral chino Long Zheng, quien se tuvo que marchar con una aparente fractura tras un mal apoyo. Pareció una lesión muy grave.
El Barcelona apenas tardó cinco minutos en sentenciar su pase a la final, el tiempo que tardó Suárez en marcar el segundo gol tras la reanudación. El uruguayo combinó con Iniesta y marcó con clase en una brillante acción de delantero.
La cuestión quedó para ver en cuánto cerraba el Barcelona su triunfo y a los 66 minutos Suárez completó su “hat-trick” al marcar en un penal muy protestado por el Guangzhou. Fue el decimoquinto tanto del uruguayo en los últimos diez partidos jugados con su equipo.
Ahí acabó el duelo porque el Guangzhou peleó por no recibir más goles y el Barcelona procuró no desgastarse demasiado. El domingo le espera River Plate y la posibilidad de cerrar 2015 con su quinto título.