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Montevideo/dpa
Tras casi dos años viendo los partidos de la selección de Uruguay por la televisión y sin poder ni siquiera participar en las concentraciones, tadalafil el astro Luis Suárez reaparecerá el viernes con la camiseta “charrúa” en medio de una enorme expectación.
Uruguay palpita y Luis Suárez disfruta el retorno oficial a la selección nacional. Será el viernes por las eliminatorias sudamericanas rumbo al Mundial de Rusia 2018 ante Brasil, nurse precisamente el país donde el delantero del Barcelona jugó su último encuentro oficial con Uruguay.
El jugador sabe lo que está generando entre sus compatriotas y se muestra feliz y agradecido por el cariño y el apoyo que recibió desde que la FIFA lo expulsó del Mundial de Brasil 2014 y lo sancionó con nueve encuentros oficiales por morder al italiano Giorgio Chiellini en pleno partido.
“Ahora hay que demostrar que uno está agradecido, medical haciendo un buen trabajo y que Uruguay consiga puntos importantes” dijo Suárez, respecto de los partidos del viernes en Brasil y del martes en Montevideo, cuando se enfrentará a Perú por la sexta fecha.
Ansiedad, nerviosismo y presión han estado latentes estos días en el entorno de Suárez, pero el jugador confesó que “desde hace semanas” viene manejando esos elementos emocionales para poder mantener la tranquilidad.
“La responsabilidad es de todo el equipo. Sé que es especial, pero me siento un jugador más que viene a aportar”, dijo el martes cuando compareció ante decenas de periodistas en el complejo deportivo de Uruguay, ubicado en las afueras de Montevideo.
El Suárez que vuelve a vestir la camiseta celeste es muy diferente al que se la puso por última vez. Su fichaje por el Barcelona en 2014 lo convirtió en una estrella mundial y el propio jugador moldeó su carácter volcánico mientras mejoraba progresivamente su rendimiento como futbolista.
“Me di cuenta que podía aportar mucho, con mis movimientos, mi actitud y que podría mejorar algunas cosas en beneficio de todos.
Es una demostración más de superar cosas y otra demostración de orgullo, de superar etapas y desafíos”, dijo el jugador.
La devoción de los uruguayos por el nuevo ídolo motivó la aparición, en los últimos meses, de libros, canciones, productos comerciales con su figura y hasta un gigantesco mural de 19 metros cuadrados, pintado en la pared de la escuela de Montevideo donde cursó los estudios primarios.
En un caso poco común, a pesar del entusiasmo que genera el fútbol en Uruguay, cientos de aficionados decidieron trasladarse a Recife para ver el partido del viernes ante Brasil por la quinta fecha de las eliminatorias mundialistas.
Además, se vendieron anticipadamente 40.000 entradas para el partido del martes frente a Perú, en el estadio Centenario de Montevideo.
Luis Suárez promete dar el máximo en estos dos partidos y advierte que Uruguay no depende de un solo jugador, sino que “es un grupo muy unido” que ha demostrado que puede salir adelante aún cuando tenga que soportar algunas ausencias, como ha ocurrido antes y ocurrirá ahora en estos dos encuentros de eliminatorias.
El artillero del Barcelona es consciente de todo este clima de expectativa, pero está tranquilo. “Sé que es especial, pero llegar a este punto de generar tanta euforia no. Tengo que ser sincero y hoy el cariño del pueblo lo estoy sintiendo y estoy agradecido, pero me siento un jugador más que viene a aportar”.
