Brasilia/Prensa Latina
El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reiteró que su victoria en urnas es del pueblo y la democracia, y resulta hoy la de más consagración al derrotarse el autoritarismo y fascismo.
«Esa no es una victoria mía, no es solo una victoria del PT (Partido de los Trabajadores), fue una victoria de todas las mujeres y hombres que aman la democracia», afirmó Lula en una abarrotada Avenida Paulista (Sao Paulo), donde se escucharon gritos de libertad, en medio de un arcoíris de banderas y consignas vociferadas hasta horas de la madrugada de este lunes.
Con voz muy ronca y casi apagada por los sucesivos discursos en los últimos días de campaña, el exsindicalista señaló que también se trata del éxito de aquellos que «resolvieron liberar a Brasil del autoritarismo».
Reconoció que la tarea más esencial será «asegurar que cada niño, cada mujer, cada adolescente, cada hombre puedan todos los días tomar café, almorzar y cenar las calorías y las proteínas necesarias».
Expresó esta «mitad preocupado» por no tener la confirmación de que el Gobierno actual facilitará el traspaso de poder. Generalmente, el presidente electo monta un gabinete de transición y cuenta con la colaboración del saliente para comenzar el nuevo mandato.
Lula manifestó asimismo que estaba «muy emocionado porque fue la guerra más difícil que enfrenté», en alusión a los ataques contra su persona y fake news (noticias falsas) en la campaña electoral.
Remarcó que gobernará para todos. «Fui elegido para gobernar a 215 millones de brasileños (…) sin mirar si la persona es de derecha o de izquierda».
Al lado del líder progresista, la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, afirmó que «como dijo el presidente Lula, ahora es un solo Brasil».
Con casi el ciento por ciento de las urnas escrutadas, Lula recibió este domingo el 50,90 por ciento de los votos válidos y el mandatario Jair Bolsonaro, quien ambicionaba reelegirse por el Partido Liberal, obtuvo 49,10.
Ambos políticos disputaron el balotaje al no lograr en el primer turno de sufragio del 2 de octubre la mayoría absoluta de votos, es decir, más de la mitad de válidos (excluidos blancos y nulos), como establece la legislación nacional para ser electo.
Medios periodísticos aseguran que aliados de Bolsonaro manifestaron que no pueden hablar con el presidente desde la definición de su descalabro ante Lula, quien informó desconocer si lo llamará para saludarlo por su victoria.
Las fuentes precisan que personas cercanas al excapitán del Ejército dicen que trataron de hablar con él, pero se les comunicó que el gobernante de tendencia ultraderechista se fue a dormir después de conocer el resultado de las urnas.