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El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva señaló al presidente actual de esa nación, Jair Bolsonaro, de «destructor» de todos los logros sociales e institucionales con su llegada al poder.
«Hay gente que se elige para gobernar, hay gente que se elige para destruir», dijo Lula durante la visita que recibió de los diputados federales Gleisi Hoffmann y Paulo Pimenta realizada el jueves pasado, en la Superintendencia de la Policía Federal en Curitibia.
«Lula dice que no están acabando solo con los derechos del pueblo, sino con la soberanía nacional», así lo aseguró la diputada Hoffmann, en referencia a la postura de Bolsonaro respecto a la Administración de Estados Unidos que pretende interferir en los asuntos de Venezuela y para mantener su control en América Latina.
«Tenemos que hablar con el pueblo, en las plazas públicas, golpear de casa en casa», dijo Hoffmann tras su encuentro con el exmandatario que se encuentra en prisión desde el pasado siete de abril de 2018, por supuesta corrupción, sin embargo, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) siempre ha defendido su inocencia.
Movimientos sociales, activistas defensores de los derechos humanos y políticos del mundo denuncian que se trata de una persecución judicial para dejarlo fuera de la política de Brasil.
«Lo que él (Lula) pide para nosotros es tener capacidad de lucha, de resistencia, para movilizar a la sociedad sin perder de vista nuestra misión: luchar para que este país sea justo, generoso, con oportunidades para todos», añadió Pimenta.
«El presidente Lula ya está aquí hace casi un año, aislado, de hoy hasta el final del carnaval, no va a recibir ninguna visita y tiene una conciencia de su papel histórico, sabe por qué está aquí, sabe que es un preso político y sabe lo que significa para el pueblo brasileño», finalizó el diputado.
La detención de Lula le impidió participar en las elecciones presidenciales de 2018, para la cual contaba con la mayoría del apoyo popular y por lo cual ganó el ultraderechista Bolsonaro.
