Paris/AFP
El expresidente francés François Hollande y cinco exjefes de Gobierno europeos hicieron un llamado para que el exmandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, condenado por corrupción y encarcelado desde abril, pueda presentarse en libertad a las elecciones de octubre.
«Llamamos solemnemente a que el Presidente Lula pueda mañana presentarse libremente ante el sufragio del pueblo brasileño», escribieron los seis exlíderes europeos.
Además del socialista Hollande, firman el exprimer ministro socialista belga Elio Di Rupo, los expresidentes del Consejo italianos socialdemócratas Massimo d’Alema, Enrico Letta y Massimo Prodi así como el exjefe de Gobierno español, José Luis Rodriguez Zapatero (PSOE).
Los líderes indican que «la encarcelación precipitada del Presidente Lula, incansable artífice de la disminución de las desigualdades en Brasil, defensor de los pobres de su país, solo puede suscitar nuestra emoción».
«La destitución de Dilma Rousseff, democráticamente elegida por su pueblo, y cuya integridad jamás ha sido puesta en entredicho, ya era una preocupación seria», recuerdan.
«La lucha legítima y necesaria contra la corrupción no puede justificar una operación que cuestiona los principios de la democracia y el derecho de los pueblos a elegir a sus gobernantes» añaden.
Según fuentes cercanas a François Hollande, fue el expresidente socialista del Senado, Jean-Pierre Bel, que tomó la iniciativa de redactar este texto.
El líder de la izquierda brasileña, de 72 años, está recluido desde el 7 abril en una célula habilitada especialmente para él en la sede de la Policía Federal en Curitiba (sur), tras ser condenado a 12 años y un mes de cárcel por corrupción y lavado de dinero.
Cinco magistrados del Supremo Tribunal Federal (STF) analizan desde el 4 de abril un recurso de la defensa del exmandatario que argumenta que su prisión fue decretada antes de agotar todos los recursos ante el tribunal de apelaciones que confirmó su sentencia.
Lula, que fue dos veces presidente de Brasil (2003-2010) y es favorito en las encuestas para las elecciones de octubre, se declara inocente y afirma ser víctima de un complot de las élites para evitar que vuelva al poder.