Río de Janeiro / AFP
El encarcelado líder brasileño Luiz Inácio Lula da Silva salió al cruce el miércoles de declaraciones del general de reserva Antonio Mourao, candidato a vicepresidente del ultraderechista Jair Bolsonaro, quien indicó que los hijos de familias sin figura paterna tienden a ser atraídos por el narcotráfico.
«General Mourao, no juzgue a abuelas y madres pobres con su concepto mediocre sobre la especie humana», indicó Lula en una carta pública desde la cárcel, donde cumple una condena de más de 12 años por corrupción pasiva y lavado de dinero.
«Yo y siete hermanos fuimos criados por una mujer analfabeta llamada Doña Lindu y dudo que exista alguien en la sociedad brasileña que haya educado a sus hijos mejor que ella. (…) General, un consejo, haga un curso sobre humanismo», añadió el expresidente (2003-2010).
Lula, preso e impedido de ser candidato del Partido de los Trabajadores (PT) a causa de su situación judicial, tiene de todas formas una presencia activa en la campaña electoral.
El exmandatario se unió a las voces que buscan erosionar la popularidad de la fórmula Bolsonaro-Mourao, que a menos de 20 días de los comicios lidera cómodamente las preferencias con un 28% de intención de votos, según la última encuesta de Ibope, difundida el martes.
Con Bolsonaro aún hospitalizado, recuperándose de la cuchillada en el abdomen que recibió el 6 de septiembre durante un acto electoral, Mourao ha ganado protagonismo y, al igual que el candidato a presidente, generado polémicas.
«Desde el momento en que la familia está disociada, surgen los problemas sociales que estamos viviendo», dijo el lunes en un debate en el Sindicato del Mercado Inmobiliario. «Atacan eminentemente las áreas carenciadas, donde no hay padre y abuelo, sino madre y abuela, por eso es una fábrica de elementos desintegrados que tienden a ingresar en esas cuadrillas de narcos».
Mourao, un general de reserva de 64 años que entró en el Ejército en 1972, ya había levantado polvareda en septiembre del año pasado cuando afirmó que si la vida política seguía degradándose -con integrantes del gobierno y oposición enfrentados a graves acusaciones de corrupción- el Ejército se vería obligado tarde o temprano a «buscar la solución».
En 2015, fue separado de la comandancia de la Región Sur por haber criticado a la «clase política», en plena tormenta de la investigación Lava Jato que reveló una descomunal red de corrupción en la estatal Petrobras.
Ese mismo año, un cuartel bajo su mando rindió homenaje al coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, exjefe del DOI-Codi, centro de detención y tortura del régimen militar (1964-85).