Dra. Sofía Villalta Delgado
Blanca Zetino, de apenas veintiún años y madre de tres menores, fue brutalmente asesinada por su compañero de vida (de más de sesenta años), junto a su hijo e hijas durante la madrugada, mientras dormía tranquilamente en su cama.
Sobre este caso quisiera hacer varias consideraciones: ¿a qué edad se embarazó esta joven por primera vez? A los catorce años, ya que su primera hija tenía seis años. ¿Dónde se encuentra el padre de sus primeros hijo e hijas? No hay ninguna referencia. Cuando se reclamaron los cuerpos solo aparece su madre. ¿Puede una niña de catorce años elegir con libertad el momento de embarazarse y asumir las responsabilidades de la maternidad? Probablemente no. ¿Tuvo libertad después de ser abandonada por su pareja de elegir un hombre que le triplicaba la edad y con el que había historia de violencia?
Todas estas interrogantes nos hacen reflexionar sobre el estado de los derechos sexuales y reproductivos en nuestro país, derechos de los y las adolescentes a recibir servicios integrales de salud sexual y reproductiva para tener una información completa que les permita elegir en qué momento tener hijos o hijas, con quién tenerlos, a qué intervalo, y libres de coacción y violencia.
El caso de Blanca ejemplifica miles de casos de adolescentes salvadoreñas que caen durante su niñez en la tragedia de un embarazo no deseado. El desconocimiento, la falta de información, no les permite espaciar sus hijos e hijas. Abandonadas en plena adolescencia, se ven obligadas a aceptar relaciones dispares en edad, construidas sobre la subordinación femenina y bajo el poder masculino, como el caso señalado. Esto no les permite la autosostenibilidad, ni liberarse de relaciones violentas. La impunidad de la paternidad irresponsable es el sustrato de estas situaciones.
En el inicio de una nueva legislatura, donde la esperanza por superar muchas actitudes de impunidad y transgresión de derechos hacia las mujeres están en la palestra pública, esperaríamos resoluciones y políticas públicas que nos lleven a cambios satisfactorios, ya que no es suficiente que estos casos ocupen los titulares de los periódicos, si no se hace nada por prevenirlos.
Movimiento por una Cultura Laica (MCL), Correo: [email protected]