Nelson López*
Después de varios años de convivir con un macho sin dueño, confeso, porque lo dijo repetidamente desde que entró a la jineteada y a las carreras de cintas, y que para colmo ni siquiera la mujer lo contrariaba o sea que no se hacía cargo de ser la dueña o algo por el estilo, apareció un macho con dueño, con el que ahora convivimos y que aparentemente va para largo.
A diferencia del macho sin dueño que siempre se proclamo SSPM o sea Sano Sanote Puro Machote (pero que para los urólogos significa otra cosa) el macho con dueños ya comenzó a mostrarse muy condescendiente con sus dueños y pareciera que desde chiquito lo programaron para que obedeciera reverentemente y que hiciera lo que más le conviene a sus dueños.
Ahora, el macho con dueño ya comenzó a trabajar arduamente, no solamente al servicio de sus jinetes, que por cierto no son los cuatro del apocalipsis, sino que otros, igual de crueles, y que se divierten cuando les complacen cumpliendo sus órdenes… y esa es la clave del éxito del macho con dueño quien por el momento es el encargado de rastrear a los enemigos de sus dueños.
Los enemigos de sus dueños ni siquiera tratan de escapar, aunque como dice el dicho de abogados ¡a cualquier fiscal se le escapa uno! A este macho mas de alguna de sus presas no está presa pero eso no le importa porque son tantos los que tiene en la lista negra para apresar que ya ni le preocupa que una se le escape aunque sus dueños ladren como perros rabiosos. Menos mal que ¡perro que ladra no muerde!
Lo bueno del macho con dueño, y que por eso lo quieren sus jinetes, es que corre como macho chúcaro y desenfrenado y ya lo comprobó que es bueno con eso de que se pone como macho loco a agarrarse de hasta los cochecitos de niños recién nacidos para demostrar su fidelidad y su amor por los amos y no le importa que lo cabalguen como buen jamelgo en las fiestas que se dan en las haciendas.
¡Es lindo el animal ese! Dicen los dueños cuando les demuestra la efectividad que tiene para cumplir las órdenes y más de alguno le compara con la bestia negra que no es exactamente el ferrocarril que lleva a millares de salvadoreños a la USA. Hasta hoy, no aparecen los analistas hablando claramente del macho con dueño pero eso no les importa ni al macho ni a sus amos. Lo que importa es que cumpla sus cometidos.
Así, la historia cambió radicalmente de la existencia de un macho sin dueño, que de una u otra forma lo quieren meter al potrero a como de lugar, el otro macho y sus dueños, y vamos a tener que vivir oyendo los cuentos o leyendas como esos de que hoy si hallaron carros de verdad y no de juguete, y seguramente quisieran que el cuento de atrapar al enemigo numero uno en la actualidad es lo mas jugoso que se tienen entre manos y ya se les imagina meterse al despacho del gobierno de San Salvador a todo galope y comenzar a sacar hasta las partidas de nacimiento que tanto morbo le producen a los dueños del macho que en este momento le están metiendo un suculento trozo de sal con el que pasa saboreándose a ciencia y paciencia de sus paladines que solo esperan ganar las carreras de cintas para que les impongan otra vez las bandas azul y blanco sobre el pecho.