Telesur
El Gobierno de Francia cedió a negociar con los sindicatos «mejoras» al polémico proyecto para reformar el sistema de pensiones, pero rechazó retirar la propuesta como lo exigen desde hace dos semanas las principales centrales obreras.
«El presidente (Emmanuel Macron) no abandonará el proyecto, pero está dispuesto a mejorarlo durante las conversaciones previstas con los sindicatos», afirmaron este miércoles fuentes cercanas al jefe de Estado, que auguran «avances importantes» antes de que finalice la semana.
El primer ministro francés, Edouard Philippe, recibirá este miércoles a los responsables de los sindicatos y la patronal para intentar encontrar una salida a la crisis.
El presidente Macron afirmó estar «dispuesto a mejorar» el texto de la futura ley, en particular en lo relativo a la edad recomendada de jubilación de 64 años, dos más que en la actualidad, y que es uno de los principales puntos de resistencia de todas las organizaciones sindicales del país.
Desde el Palacio del Elíseo se mostró confianza en que este diálogo tenga progreso al final de la semana, y poder alcanzar el objetivo del presidente «una tregua en la movilización durante las vacaciones» de Navidad, a tres días de que estas comiencen.
Francia lleva casi dos semanas inmersa en una huelga de transportes a la que se suman movimientos de otros gremios, que han afirmado que no darán tregua en estos últimos días de diciembre ante lo que consideran es el desmantelamiento del sistema de pensiones.
La jornada de ayer martes fue significativa porqué los cinco sindicatos de los trabajadores franceses se unieron en una sola voz, por primera vez en un década, para manifestar su rechazo contundente a la reforma de pensiones, pilar del estado de bienestar francés.
Más de 600 mil personas, según el ministerio del Interior, y 1.8 millones, de acuerdo con los sindicatos, participaron en las protestas, en las que estuvieron presentes no solo trabajadores sino estudiantes, colectivos de mujeres, chalecos amarillos y ciudadanos.