Caracas / AFP / AVN
Alexander Martínez / Esteban Rojas
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó a Juan Guaidó de haber dirigido un plan para asesinarlo y advirtió que no le «temblará el pulso» para hacer justicia.
«Al títere diabólico le acabamos de desmantelar un plan, que dirigía él personalmente, para matarme», dijo Maduro ante miles de partidarios en Caracas, al cumplirse dos meses de la autoproclamación de Guaidó como «presidente encargado» del país.
«No nos temblará el pulso para que estos malandros vayan a la cárcel», aseguró el mandatario, que tildó de «grupo terrorista» a Voluntad Popular, el partido de Guaidó.
Maduro aseguró que fondos venezolanos bloqueados por Washington y entregados al jefe parlamentario financian el complot, que según el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, contemplaba «asesinatos selectivos» y «sabotajes» a servicios públicos.
Más temprano, Rodríguez denunció que la trama incluyó el envío de «sicarios» a Venezuela desde El Salvador, Guatemala y Honduras, con apoyo del presidente colombiano, Iván Duque.
El gobierno señala como «organizador» a Roberto Marrero, jefe de despacho de Guaidó, detenido el pasado jueves por el servicio de inteligencia.
Rodríguez difundió capturas de pantalla de supuestas conversaciones en Whatsapp entre Marrero y Guaidó en las que -dijo- se coordinó usar 1.000 millones de dólares en fondos bloqueados para financiar grupos irregulares.
«Le dice el señor Marrero al señor Guaidó: Pídele a Duque, suponemos que se refiere a Iván Duque (…), una ONG para canalizar los fondos», aseguró el ministro, citando un fragmento que alude a un supuesto compromiso para pagar «sicarios».
Maduro anunció que un «jefe paramilitar» colombiano fue capturado en Venezuela y que su testimonio aporta «pruebas». Rodríguez lo identificó como Wilfrido Torres.
– Sicarios de Centroamérica-
El vicepresidente Sectorial de Comunicación, Turismo y Cultura, Jorge Rodríguez, denunció que dirigentes del partido Voluntad Popular planificaron traer grupos de sicarios centroamericanos para cometer actos terroristas en el país.
«Han sido reclutados asesinos y paramilitares utilizando grandes cantidades de dinero para que puedan ser desplazados a Colombia y recibir entrenamiento», precisó.
En declaraciones ofrecidas en el Palacio de Miraflores, en Caracas, informó que un grupo de 60 personas recibió entrenamiento por parte de alias «El Agricultor», quien logró introducir a Venezuela cerca de 30 de estos irregulares y se han dedicado a planificar ataques selectivos en contra de líderes sociales e instituciones.
«Grupos paramilitares entrenados en Colombia lograron entrar a Venezuela luego del 23 de febrero. De 8 a 10 equipos de paramilitares, sicarios y asesinos entraron por la frontera con Colombia. Tenemos identificados a algunos paramilitares y los buscaremos por cielo, mar y tierra», dijo.
Agregó que han recibido información de inteligencia que señalaba la actividad extraña en El Salvador, Guatemala y Honduras, relacionadas con el crimen y narcotráfico.
Develó una serie de pruebas y conversaciones telefónicas detalladas que involucran a dirigentes de la derecha venezolana como el diputado a la Asamblea Nacional en desacato Juan Guaidó, Leopoldo López, y Freddy Guevara, entre otros, en la preparación de estas operaciones de terrorismo para atentar contra la soberanía de Venezuela, desde acciones armadas hasta el desvío de dineros del Estado.
Puntualizó que conversaciones halladas en el teléfono de Roberto Marrero evidencian que conspiró con Guaidó para gestionar financiamiento de estos actos terroristas.
«Marrero estaría involucrado en el contrato de personas provenientes de Guatemala y Colombia para cumplir con el plan de reclutamiento y entrenamiento de sicarios», sostuvo.
Destacó que entre las operaciones terroristas se encontraba el asesinato selectivo de líderes sociales y políticos, a través de listas de nombres, nuevos sabotajes contra el metro y el teleférico de Caracas, falsos positivos (fake news), a través de medios de información y redes sociales; conspiración de huelgas generales en el sector laboral, salto al Palacio de Miraflores y acciones terroristas de falsa bandera.
Acusó que la derecha nacional e internacional pretende pasar desde una estrategia de asedio a través de la asfixia financiera a una estrategia de asalto, con el objetivo de tomar el poder en su totalidad o, bien, dividir el país en dos territorios.