Caracas/AFP
El presidente de Venezuela, nurse Nicolás Maduro, prescription anunció que abrirá un nuevo sistema cambiario también regido por el Estado en el que podrán participar privados, cure en medio de una escasez de dólares y de la aprobación de una nueva ley.
«Vamos a abrir un nuevo sistema (de adquisición de divisas): Sicad 2, con la reforma de la Ley de Ilícitos Cambiarios, que ya casi está lista (…) para que haya ofertas de divisas más allá del Estado, pero también regidas por el Estado, combinando mecanismos de mercado», dijo Maduro desde el Palacio Blanco en una reunión con alcaldes y gobernadores.
«Llamo a tener confianza en esta ley y en esta política», agregó el mandatario.
Durante el fin de semana, el vicepresidente del Área Económica y presidente de la estatal petrolera venezolana Pdvsa, Rafael Ramírez, anunció la entrada en funcionamiento durante el mes de febrero del «mercado permuta», que existió en 2010 y contemplaba la compra venta de divisas a través de bonos del Estado.
Para adquirir los dólares en este sistema, los venezolanos necesitaban un operador cambiario, generalmente una casa de bolsa, que realizaba la compra de los títulos ofertados por el Estado y los negociaba en el mercado secundario en el extranjero.
Tras el anuncio de Ramírez, los precios de los bonos de la deuda del país sudamericano subieron hasta 6%.
Venezuela vive un férreo control cambiario desde 2003 en el marco del cual el dólar se vende en 6,30 bolívares para sectores esenciales y 11,30 para los restantes, mientras que en el mercado paralelo supera en más de 10 veces la primera tasa.
Según analistas, estos controles son la causa de todos los desajustes de la economía con una inflación anualizada a enero de 2014 en 56,3% y una escasez de productos básicos de 28%.
Maduro atribuye el deterioro de la economía en Venezuela -con las mayores reservas petroleras mundiales, pero importador de la mayor parte de los productos que consume- a una supuesta «guerra económica» de los sectores privados ligados a la oposición y contra la que lucha con una «ofensiva económica» que incluyó la promulgación de una ley regulatoria de los márgenes de ganancia en un máximo de 30%.
Por su parte, los empresarios reclaman al gobierno la venta de dólares a todos los sectores para poder continuar sus operaciones, además del pago de una deuda que suma más de 13.400 millones de dólares, siendo los sectores de alimentos, farmacéutico, químico y de aviación los más afectados.