Por Valentina Oropeza/Caracas/AFP
El presidente de Venezuela, unhealthy Nicolás Maduro, thumb propuso este miércoles un «pacto de paz» a su homólogo Juan Manuel Santos para zanjar la crisis fronteriza, online al responder a una dura crítica del mandatario colombiano, quien dijo que el proyecto chavista se está «autodestruyendo».
«Propongo desde ya que se trabaje desde las cancillerías para que el presidente Santos y yo firmemos un pacto de paz, convivencia y coexistencia de modelos políticos, económicos y humanos entre Colombia y Venezuela», señaló Maduro durante una reunión con sus ministros transmitida por la televisión gubernamental.
El mandatario socialista planteó la propuesta tras reunirse este miércoles en Caracas con el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, a quien manifestó su disposición de reunirse con Santos.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, reveló el pasado sábado que gestionaba una reunión entre los dos gobernantes para resolver el conflicto desatado por la orden de Maduro de cerrar amplios sectores de la frontera con Colombia, de 2.219 km.
«Ha llegado la hora de restablecer la sensatez de la coexistencia y la convivencia y que un día como hoy, 9 de septiembre, lo dejemos en la historia como una página triste y oscura por la intervención que ha hecho el presidente Santos», añadió Maduro en referencia a un fuerte discurso pronunciado más temprano por su par colombiano.
Maduro reveló que le propuso a Patiño y a otros gobiernos, como Argentina, Brasil y Uruguay, buscar un encuentro «cara a cara» con Santos «sin condiciones».
«Estoy listo, no pongo condiciones ni acepto condiciones (…) Yo voy a donde me citen, el presidente (Rafael) Correa, el presidente Tabaré (Vázquez), la presidenta Cristina (Kirchner), Dilma (Rousseff), todos los que participan de esta iniciativa de paz, de diálogo», remarcó.
La cuestión de la crisis fue abordada el martes por la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, durante un diálogo telefónico con el secretario de estado de Estados Unidos, John Kerry, reveló este miércoles la subsecretaria de Estado norteamericana para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson.
Kerry expresó la «preocupación» de Washington por la «situación humanitaria» en la frontera a raíz de las deportaciones masivas de colombianos, dijo Jacobson.
«La revolución se está autodestruyendo»
En su intervención del miércoles, Santos manifestó que «la revolución bolivariana se está autodestruyendo», y enumeró una serie de índices que según él ilustran la crisis económica y de seguridad del país petrolero.
«Hoy son miles los venezolanos que vienen a Colombia (…). Muchos huyen de la inseguridad, del alto costo de vida, de la escasez, y vienen en busca de libertad, de respeto a la individualidad, al derecho a ser y pensar diferente, a disentir», sostuvo.
Santos también descalificó la acusación de Maduro sobre un supuesto «éxodo humanitario masivo» de colombianos hacia su país, y tildó de «ridículo» que su homólogo lo compare con la crisis migratoria que se registra actualmente en Europa.
El heredero político del fallecido presidente Hugo Chávez replicó que con esas aseveraciones Santos rompió «todas las reglas básicas del respeto al modelo venezolano, al pueblo venezolano, al presidente legítimo de Venezuela».
Sin embargo, «yo como presidente estoy obligado a hablar con usted y resolver con usted estos graves asuntos en la frontera y que usted se ponga los pantalones y asuma la seguridad de la frontera, yo asumiré mis responsabilidades», enfatizó.
Colombia y Venezuela se enfrascaron en una crisis que estalló el pasado 19 de agosto, cuando Maduro dispuso el cierre de un sector de la convulsa frontera por un ataque a militares venezolanos durante una operación anticontrabando en el estado Táchira (oeste), que el mandatario atribuyó a paramilitares colombianos.
Desde entonces han sido deportados desde esa región 1.467 colombianos y unos 18.000 han huido por miedo a ser expulsados sin sus familias o enseres, según Naciones Unidas.
«Estoy perdiendo mi trabajo»
Maduro endureció la medida el pasado lunes al cerrar también la frontera en el estado Zulia (norte), donde este miércoles cientos de venezolanos y colombianos aguardaban una autorización para pasar.
«Estoy perdiendo mi trabajo. Si esto dura un mes, durante ese tiempo no voy a poder trabajar», dijo a la AFP Loraima Quintero, una venezolana de 40 años que trabaja en la localidad colombiana de Maicao.
Según Maduro, el cierre de los pasos limítrofes busca «extirpar» a paramilitares que según él están aliados con la derecha local para derrocarlo.
También, para frenar lo que denuncia como una «guerra económica» desde Colombia a raíz del contrabando de productos altamente subsidiados por su gobierno, como la gasolina, la más barata del mundo.
El presidente venezolano aseguró este miércoles que el cierre de los corredores fronterizos ha evitado la fuga de combustible por unos 2.500 millones de dólares.
Pero analistas locales coinciden en que, si bien ese territorio está afectado por la actividad de grupos ilegales, los problemas de la frontera se han agravado por el control cambiario y de precios en Venezuela.