Caracas/AFP
El presidente venezolano, stuff Nicolás Maduro, buy viagra se enfrentará el próximo 6 de diciembre a su prueba más dura con las recién convocadas elecciones legislativas, troche en las que la oposición parte como favorita.
Con su anuncio de que los comicios se celebrarán «el próximo 6 de diciembre», la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, puso fin a los reclamos de la oposición y políticos extranjeros, que aseguraban que el retraso en la publicación del cronograma electoral era parte de una artimaña oficialista.
Incluso llegaron a insinuar que no se celebrarían elecciones para renovar la Asamblea Nacional.
«El CNE no trabaja bajo presión», sentenció Lucena, quien denunció que opositores desarrollaron una campaña de «descrédito» hacia la institución que preside.
Según las leyes venezolanas, una nueva Asamblea Nacional (unicameral) debe instalarse durante los primeros días de enero de 2016, lo que obliga a realizar la elección este año. Pero no hay un plazo legal mínimo estipulado para hacer la convocatoria.
En un comunicado, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), único organismo internacional convocado por el CNE como «acompañante electoral», aseguró que con los comicios «el pueblo venezolano tiene abierto el camino para resolver sus diferencias por la vía democrática».
«Día de victoria»
«¡Ya tenemos fecha! ¡Ya tenemos día de victoria para nuestro pueblo! A sumar esta nueva cita a las fechas históricas», dijo Maduro en un pomposo acto con los candidatos oficialistas celebrado inmediatamente después del anuncio del cronograma.
Maduro suele jactarse de la gran cantidad de procesos electorales que ha habido en los últimos años en la polarizada Venezuela como una muestra de la salud de la democracia. De un total de 19 elecciones, el chavismo ha ganado 18.
«Ya por fin se tiene fecha elecciones! Ahora más que nunca #UniónYCambio Cada venezolano tiene la fuerza para lograrlo!», escribió por su parte Henrique Capriles, excandidato presidencial de la oposición y actual gobernador del rico y populoso estado de Miranda (norte).
Desde el 24 de mayo, el líder del ala radical de la oposición Leopoldo López mantiene una huelga de hambre como mecanismo de presión para que se fijara la fecha de las elecciones, entre otros puntos.
A la huelga de López, encarcelado desde hace 16 meses en una prisión militar acusado de incitar a la violencia en protestas antigubernamentales entre febrero y mayo de 2014, se le sumaron recientemente varios activistas, aunque algunos de ellos apuntan que la fecha de las elecciones no es lo fundamental en su lista de reclamos.
En lo inmediato, López no ha reaccionado al anuncio de la autoridad electoral.
«Este ha sido un primer logro, un primer avance, pero todavía queda la libertad de los presos políticos», declaró Freddy Guevara, coordinador nacional de Voluntad Popular, el partido de López.
Guevara informó que en las próximas horas su partido anunciará si López y los demás activistas levantan o no la huelga de hambre.
Oposición favorita
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que celebró elecciones primarias el pasado 17 de mayo, llevaba varias semanas exigiendo que se anunciara la fecha de las elecciones, reclamo para el que convocó varias manifestaciones ante el CNE.
Según una encuesta de la reputada firma Datanálisis divulgada en abril, el oficialismo -cuyas primarias serán este próximo domingo- perdería por primera vez desde 1999 la mayoría en la Asamblea Nacional, porque sólo alcanzaría 25% de los votos, frente al 45,8% de la oposición.
El mismo estudio -filtrado a la prensa- revela que la aprobación de Maduro se ubicaba en 28,2%.
El número dos del chavismo y presidente de la Asamblea, Diosdado Cabello, propuso este lunes que los candidatos del oficialismo que resulten elegidos en las primarias se comprometan de antemano a renunciar en caso de que «traicionen la revolución».
«Firmemos una renuncia de una vez, que sea activada si alguien traiciona la revolución, al pueblo», dijo en el mismo acto con Maduro.
En 2010, año de los últimos comicios parlamentarios, las fuerzas partidarias del entonces presidente Hugo Chávez obtuvieron más curules aunque con menos votos que los partidos opositores.
«La política es volátil y no es fácil proyectar. Pero el chavismo nunca ha enfrentado una elección más difícil que esta», escribió en twitter el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León.
«Veremos también acciones populistas en materia económica para bajar la tensión de la crisis en la población», aseguró León, que agregó que la única posibilidad de éxito de la oposición «es resistir los embates sin dividirse ni desenfocarse».
En el proceso se elegirá a 165 diputados. Actualmente, la Asamblea Nacional está compuesta por 99 diputados pertenecientes a organizaciones asociadas al chavismo, principalmente el Partido Socialista Unido de Venezuela. Los otros 66 son opositores.