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RT
«No nos quedó otra opción que buscar la justicia internacional, ya hace tiempo veníamos reclamando por justicia en el mundo por respeto al derecho internacional, a la legalidad mundial», dijo el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, durante una rueda de prensa con medios nacionales e internacionales.
Con esa declaración, el mandatario se refirió a la denuncia presentada por Venezuela ante la Corte Penal Internacional de la Haya contra Estados Unidos por «crímenes de lesa humanidad contra el pueblo venezolano».
En concreto, con esta denuncia piden que se haga justicia —dijo— porque «Venezuela tiene perseguidas, congeladas, inutilizadas todas las cuentas internacionales que utiliza para la compra de insumos médicos, alimentos y medicinas», por parte de Estados Unidos, acción que «viola el derecho internacional».
«Ante La Haya nos presentamos con la dignidad de un pueblo que resiste y ha ido encontrando soluciones a los gravísimos problemas creados por esta guerra económica del Gobierno de Estados Unidos contra el pueblo de Venezuela», dijo el mandatario venezolano.
Maduro consideró inaceptable que «Estados Unidos todos los días ataque y persiga» el ingreso de productos de suma necesidad a Venezuela, y calificó a estas medidas de Washington como «una guerra estructural contra la sociedad venezolana, una guerra criminal, tan criminal como el que lanza bombas».
Añadió que se trata de «una guerra invisible que deja más muertos y heridos que una guerra visible».
«Ya basta de medidas coercitivas, bloqueos criminales y ataques contra el pueblo de Venezuela», pidió Maduro.
Acciones en el caso
El mandatario manifestó la esperanza de Caracas de que se haga justicia en este caso. En ese sentido, dijo que su país va a proveer «testigos y pruebas nacionales e internacionales» para llevar la verdad ante este tribunal internacional.
También, expondrán al mundo entero «el suplicio» que han hecho pasar al pueblo venezolano desde el 2014 hasta la actualidad, por las medidas «ilegales» de Estados Unidos.
El mandatario instó a organizaciones sociales, sectores progresistas y juventud de todo el mundo a mostrar su solidaridad: «Pidan ante la Corte Penal Internacional justicia».
«Le pido al mundo entero su apoyo, solidaridad, y que se pongan del lado de la justicia y defensa del derecho internacional para Venezuela, que es víctima de una agresión sin paragón en la historia de nuestro continente», solicitó.
Maduro señaló que pese a los continuados ataques del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra Venezuela y su reciente declaración de «aplastar a la tiranía», cree en el diálogo como manera de resolver las diferencias.
«El día que usted, señor Trump, quiera cambiar el rumbo errático que le dejó (Barack) Obama aquí estoy a la orden para el diálogo, la conversación y el entendimiento», enfatizó.
¿Dolarización en Venezuela?
Al ser consultado sobre el uso del dólar americano como moneda de pago para diversos productos y servicios en Venezuela, que cada vez es más notoria, Maduro señaló que en el país suramericano están bajo una «economía de resistencia, que se ha venido autoregulando y se han generado nuevas oportunidades, fundamentalmente en dólares».
«Estoy atento al fenómeno de la dolarización, es una realidad económica», añadió.
Aclaró la decisión que ha tomado su Gobierno al respecto: «En situaciones de guerra, se tienen que tomar medidas excepcionales (…) Ante la opción reprimo o permito (el uso del dólar), yo tomé la opción ‘lo permito'», mencionó, y explicó que esa opción ha dado oportunidad para que la economía «respire, se refresque».
Pero, también invitó a abrir un debate nacional, «claro y sin tapujos», sobre el tema.
«¿Qué piensa el pueblo del tema de la dolarización? ¿Qué elementos positivos tiene? ¿Qué debe revisarse? ¿Cuál es la solución?», planteó el mandatario como interrogantes a debatir.
Indicó que es consciente de las «desigualdades» que ese proceso de dolarización genera entre «aquellos que tienen acceso a divisas (internacionales) y quienes no lo tienen».
Por ello, mencionó que desde su administración tienen claro que «el rumbo de la economía de Venezuela debe ser la recuperación progresiva y absoluta de la productividad».
En ese sentido, informó que este año buscarán la «implantación definitiva» del Petro, tras las pruebas hechas el año pasado con este ‘token’ venezolano.
Sobre Guaidó
En la conferencia de prensa, Maduro fue consultado sobre por qué no ha sido aprehendido el diputado Juan Guaidó, autoproclamado «presidente encargado» de Venezuela, pese a romper, en dos ocasiones, la prohibición de salida del país.
Al respecto, respondió: «El día que los tribunales de la República den el mandato de detener a Juan Guaidó por todos los delitos que ha cometido, va a la cárcel, ese día no ha llegado, pero llegará».
Provocaciones de Bolsonaro
Maduro recordó que este 15 y 16 de febrero se realizarán en Venezuela los ejercicios militares, denominados «Escudo Bolivariano 2020».
Según el dignatario, se van a movilizar 2.370.430 combatientes de todos los sistemas de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y la Milicia Bolivariana.
«Amenazas terroristas las hay», dijo el mandatario, al señalar que con estas prácticas se preparan para defender «el derecho a la paz» y la «integridad territorial» de Venezuela.
Entre otras, señaló que hay provocaciones desde territorio brasileño. «(Jair) Bolsobaro está detrás de las amenazas terroristas contra Venezuela, está arrastrando a las Fuerzas Armadas de Brasil a un conflicto contra Venezuela».
Al respecto, precisó que el Gobierno de Bolsonaro dio «asilo político a un grupo de terroristas que confesaron atacar un puesto militar y robar armas», y aseguró que desde territorio brasileño planean los ataques contra Venezuela.
La relación con Colombia
Maduro también hizo alusión a amenazas desde Colombia. Señaló que en el país vecino se entrenan «grupos terroristas» que, a su juicio, buscan traer una guerra a Venezuela.
«Iván Duque está detrás de todo eso, lamentablemente (…) Duque ha roto todas las reglas básicas de la política internacional y del entendimiento con Venezuela», señaló.
Sin embargo, manifestó su intención de «regularizar y restablecer relaciones políticas, diplomáticas, de comunicación, de respeto y entendimiento, en el marco de las diferencias ideológicas y políticas» entre ambos países.
