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Maestros y maestras, felicidades en su día

Licda. Norma Guevara de Ramirios
@guevara_tuiter

¿Qué sería de la humanidad sin maestros y maestras? Pensémoslo un momento y vendrán a nuestra mente varios maestros y maestras, tadalafil principalmente quien nos enseñó desde las vocales hasta la lectura de nuestros primeros cuentos. Una misión y una vocación que se cumple en todos los tiempos y latitudes, pilule la de aprender, diagnosis la de enseñar, la de contribuir a la propia instrucción, la de cultivar la curiosidad, la creatividad, la invención y la experimentación. Es, en contacto con ese profesional, hombre o mujer, que desarrollamos nuestra propia lengua, la comunicación y la divulgación. Por eso a todos los maestros y maestras, felicitaciones en su día.

Maestras y maestros salvadoreños, en este mes de junio se cumplen 50 años de la fundación de una Asociación de educadores que a su vez se tomó en serio la responsabilidad de enseñar, además de la lectura, la escritura, los números y las ciencias, el deber y la capacidad de luchar para dignificar la noble labor del magisterio; se trata de la Asociación Nacional de Educadores Salvadoreños, ¡ANDES 21 de Junio!

A inicios del siglo pasado, los nombramientos de maestros  eran escasos, se puede ver en los diarios oficiales de las primeras décadas la notificación de los nombramientos. La cobertura se extendió con la formación de maestros en las Escuelas Normales; aún ahora se reconoce la calidad profesional y humana de quienes tuvieron esa formación y a ella llegó asociada la exigencia de los mismos, al ejercicio efectivo de la libertad de cátedra, de los derechos del magisterio y de allí que muchos de los derechos ahora consagrados en la legislación sean el resultado de luchas de un gremio que ha hecho historia en nuestra patria. Similares recorridos  se registran en otros países.

Las primeras luchas del magisterio ocurridas a finales de los años 60 y 70 del siglo pasado representaron sacrificio de una generación de profesionales de la educación, acompañamiento de estudiantes, padres de familia y de obreros organizados, algunos de los cuales perdieron su vida producto de la represión a esas batallas del magisterio nacional. En los años más difíciles y  al mismo tiempo de heroísmo, la huelga fue un recurso para hacer oír las demandas justas de estabilidad, remuneración justa, salud para el maestro y su familia y un sin fin de condiciones que representarían el reconocimiento social y legal de la noble función de educar.

Varios centenares de maestros fueron asesinados por razones políticas, otros fueron perseguidos, encarcelados y desaparecidos, pero nunca cesaron en su lucha que era vista más allá de logros personales, para buscar el engrandecimiento de la escuela como Institución formadora de generaciones. En la década de los 90, ANDES protagonizó una dura batalla para evitar la privatización de la educación y  por la nivelación salarial que le llevó incluso a una huelga de hambre.

Las leyes que ahora existen para regular el desempeño docente, su sistema de protección a la  salud, son compactación mejorada de decretos logrados en el pasado a fuerza de presión de las maestras y maestros. ANDES como organización expresa un recorrido de luchas y victorias junto al  pueblo, y por eso la Asamblea Legislativa decidió reconocerle de manera especial. A su vez decidió  saludar al magisterio nacional, en todos los niveles educativos, por su aporte al desarrollo de nuestra sociedad, sean o no miembros de alguno de los gremios magisteriales existentes.

Hoy día, la maestra y el maestro, pueden encontrar políticas que apoyan al estudiante y su familia, que abre espacio a la capacitación en servicio en las diferentes disciplinas, se ha logrado la estabilidad laboral unificando los sistemas de nombramiento al pasar a quienes se desempeñaban en modalidades de contrato anual (EDUCO). Se ha fortalecido a Bienestar Magisterial, pero los desafíos existentes para que estas condiciones se conviertan en potenciadores de nuevos niveles educativos de país, son muchos y el principal está en la violencia social que  fija su blanco en niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Por eso más que nunca se requiere conjuntar el esfuerzo de la familia, la comunidad y la escuela con los empeños para combatir la delincuencia y asegurar un desenvolvimiento tranquilo de nuestro país.

Sin indiferencia frente a los problemas  y necesidades existentes, sin olvido de las gestas magisteriales y sus logros que debemos cuidar; y con la mente positiva, y certeza de que juntos podemos hacer de nuestro país, un país justo, educado y seguro; celebremos todos este DÍA DEL MAESTRO Y LA MAESTRA. ¡FELICITACIONES!

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