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Licenciada Norma Guevara de Ramirios
Aunque la Comisión de Cultura y Educación voto a favor de superar el veto del presiente Bukele al decreto que da al magisterio, la oportunidad de una compensación económica al retirarse de servicio; eso no fue más que un engaño que duró pocas horas. En la sesión plenaria del 15 de agosto, los maestros recibieron la verdadera respuesta: solo los diputados del FMLN les respaldan; el resto se negó a votar a favor de los maestros y en los hechos respaldan el veto presidencial.
Debo repetir que durante los últimos diez años se han aprobado decretos para compensar económicamente a los maestros que se retiran, esos decretos en ocasiones han tenido hasta los nombres de quienes han optado por el retiro; esos decretos han mandatado al ministerio de Educación a usar las economías salariales para financiar ese beneficio; y en este año no habrá decreto ni para los más de dos mil maestros que pudieran retirarse, ni para el futuro.
Es importante reconocer que la mayor parte de docentes de sistema público son mujeres y la ley que privatizó las pensiones en 1996, es un sistema que asegura grandes ganancias a las AFP y castiga a los trabajadores en general, y más a las mujeres; esa es una de las razones que determina que muchos maestros y maestras en servicio no se jubilan o se jubilan y se mantienen en servicio activo.
Por eso el decreto vetado por el presidente Bukele incluía entre los posibles beneficiarios, a personas en edad de jubilarse o jubilados en servicio, dando un carácter permanente al beneficio, incluso para quienes se retiren por cambio de ocupación.
Este derecho que el magisterio exige, ya existe para el resto de trabajadores, de manera que al no otorgárseles se está discriminando a tan importante sector de servidores públicos.
Al magisterio le costó mucho lograr una Ley de la Carrera Docente y un sistema de prestación de servicios de salud, el FMLN acompañó siempre la lucha por mejorar el sistema educativo en su conjunto, y la condición del maestro y la maestra en particular; ahora no será la excepción; pues el veto del presidente a un beneficio del magisterio seguido por el apoyo de la derecha legislativa al mismo, le deja solo la puerta de seguir luchando por ese derecho.
La compensación que la reforma a la Ley de la Carrera Docente establecía era un máximo de quince salarios base, y se estima unos dos mil maestros esperaban acogerse a él en el presente año para gozar del beneficio el próximo año. Eso representaría oportunidades laborales a otra cantidad similar de maestros, pues el retiro obliga a llenar la plaza dejada para asegurar la continuidad del servicio a los estudiante. De modo que ese veto respaldado por los diputados de ARENA, GANA, PDC, PCN, CD y el diputado independiente, también cierra oportunidades de nuevos empleos a maestros jóvenes que esperan la oportunidad de ser incorporados.
Los gremios de maestros que son más abundantes que el tiempo en que se luchó por una Ley, tienen el desafió de unirse para librar la batalla y sin duda lo harán por el bien de un sector que entrega su formación al servicio de toda la población, infantil, adolescentes y jóvenes.
No me cabe duda que muchos de esos gremios pusieron su confianza política en ARENA y en el presidente que hoy les da la espalda, pero ellos mismos no pueden negar que las conquistas de que gozan han sido logradas por su propia lucha y el acompañamiento político de nuestro partido FMLN, y en el pasado de sus organizaciones fundantes, pues hablar de calidad en la educación pasa por el reconocimiento social de la labor del magisterio y la izquierda sabe y lo ha sabido siempre, que la educación es el camino del progreso personal, familiar y de la sociedad como un todo.
Lo dramático de este momento es que la Asamblea Legislativa solo tiene lo que queda de agosto para superar ese veto, de lo contrario, los votos originales que inicialmente dieron para aprobar el decreto se convierten en un engaño; pues su texto manda a incorporar los fondos en el Presupuesto correspondiente al año 2020 y ese Proyecto de Presupuesto debe ser presentado a más tardar el 30 de septiembre.
Si de verdad se quisiera apoyar al magisterio debería superarse ese veto, todavía hay tiempo, escaso y los gremios deben hacerse sentir o emprender una lucha para un nuevo decreto. Esa medicina amarga es inaceptable, los maestros saben que cuentan con las y los diputados del FMLN para su batalla hasta lograr una legítima conquista, que en alguna medida subsane temporalmente la pobre pensión del sistema privatizado.
