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@arpassv
En los últimos días ha trascendido que los magistrados de la Sala Constitucional darán la razón a la “junta de directores” de la SIGET, salve en lo referente a la reversión de la concesión del Canal 11. Así, la Sala responderá a la presión de ASDER y al interés de las grandes televisoras que rechazan la entrada de un competidor que les dispute su hegemonía.
Con esto, los magistrados violentarán la medida cautelar que ellos mismos aprobaron en mayo pasado, la cual obliga a la SIGET a no subastar nuevas concesiones, abstenerse de realizar transferencias o fragmentaciones del derecho de explotación derivado de las concesiones otorgadas y hacer cambios de calificación de los espectros de uso libre, oficial y regulado, ya sea que necesiten concesión o no.
Según la información disponible, la Sala “aclarará” que la medida cautelar únicamente se refiere a la asignación de nuevas frecuencias por subasta y le quitará la amplitud de aplicación que impide a la SIGET realizar cualquier movimiento referente a las concesiones del espectro radioeléctrico, sean éstas nuevas o ya otorgadas.
Si hacen eso, los magistrados se mostrarán defensores de los intereses mediáticos y desdecirán la actitud democrática que significó la admisión de dos demandas de inconstitucionalidad que buscan impugnar varios aspectos inconstitucionales de la Ley de Telecomunicaciones vigente: la subasta como único mecanismo para asignar las frecuencias, el carácter de bien privado y la renovación automática de las concesiones, la falta de límites antimonopólicos para contrarrestar la concentración mediática, el uso ineficiente del espectro radioeléctrico y el no reconocimiento de los medios públicos y comunitarios.
En vez de respaldar la actitud valiente de la Superintendenta Blanca Coto, la Sala apoyará a los “directores” de la SIGET que no representan los intereses de país, sino al interés de los grupos mediáticos que se repartieron el espectro radioeléctrico en forma amañada e irregular. Así, los magistrados estarán apoyando a los que hoy exigen “juego limpio” pero que siempre han jugado sucio.
Ojalá que la Sala reflexione y sea consecuente con las expectativas democratizadoras que genera la posibilidad de reformar el marco normativo de las comunicaciones como resultado de eventuales sentencias de inconstitucionalidad. Ceder ante la hipócrita campaña del “juego limpio” de ASDER y las televisoras comerciales, causaría a los magistrados un enorme descrédito.
