París/PL
Varios centenares de personas protestaron hoy en la ciudad francesa de Rennes (oeste) contra la violencia policial, click pese a que la manifestación fue prohibida la víspera por las autoridades.
La prefectura del departamento de Ille-et-Vilaine atribuyó la decisión a los riesgos de perturbación del orden público, a partir de la violencia en recientes marchas contra un polémico proyecto de reforma laboral defendido por el gobierno.
Vamos a proporcionar los medios para hacer respetar esa prohibición y el dispositivo para mantener el orden el sábado en Rennes será muy consistente. Los medios desplegados en el terreno serán muy importantes, expresó a la prensa Patrick Dallennes, de la prefectura departamental.
Durante la marcha hubo enfrentamientos entre los movilizados que lanzaron objetos y miembros de las fuerzas del orden que utilizaron gases lacrimógenos.
Los inconformes criticaron «un gobierno socialista que sólo puede gobernar con el 49.3», en referencia al artículo de la Constitución del cual se valió el Ejecutivo a principios de esta semana para saltarse el examen en la Asamblea Nacional del mencionado plan laboral.
«La policía mutila, la policía asesina», gritaban los manifestantes a quienes las fuerzas del orden impidieron llegar al centro histórico de la ciudad, reportaron medios locales de prensa.
La unión sindical Solidarios, denunció recientemente la «violencia policial reiterada» durante las protestas contra el proyecto.
Desde el inicio del movimiento contra ese plan, el comportamiento de una parte de las fuerzas del orden es inadmisible, subrayó en una carta dirigida al ministro del Interior, Bernard Cazeneuve.
Señaló que numerosos videos, fotos y testimonios de manifestantes evidencian lesiones graves, insultos, gestos para humillar, amenazas, detenciones arbitrarias, violaciones a la libertad de reunión.
Esas acciones conducen a un cuestionamiento de los derechos más fundamentales, como el de manifestarse, añadió.
La Unión Nacional de Estudiantes Franceses, la principal organización de su tipo en el país, también denunció lo que considera un dispositivo policial desproporcionado en las marchas en rechazo el plan laboral del gobierno.
Ese tipo de comportamiento contribuye al incremento de las tensiones, expresó su presidente William Martinet, a la televisora local iTélé.
Frente a la violencia, la responsabilidad es también colectiva y sentimos desde hace un tiempo que las fuerzas del orden no son todo el tiempo intachables, añadió.
A su juicio, el problema no es la actitud de las fuerzas del orden frente a los alborotadores, sino frente a las manifestaciones pacíficas.
Por ello, la Unión llamó a la responsabilidad de los poderes públicos y del Ministerio del Interior: las próximas manifestaciones deben desarrollarse en calma y permitir a los jóvenes y a los trabajadores expresarse.
Sondeos coinciden en que el plan gubernamental es rechazado por la mayoría de los franceses por considerar que perjudica los derechos de los trabajadores y beneficia al empresariado.