Indican que esta estrategia fue exitosa, pues llevó a la elección de Jair Bolsonaro.
‘La instrucción y el juicio han sido parciales desde el principio’, refiere el grupo que atribuye la máxima responsabilidad al exjuez y actual ministro de Justicia de Brasil, Sergio Moro, quien condenó a Lula a nueve años y seis meses de prisión por supuesta corrupción y lavado de dinero.
Según el llamamiento, las recientes revelaciones del periodista Glenn Greenwald y su equipo en el sitio digital The Intercept derribaron todas las máscaras.
Detalla que la investigación y el juicio de Lula fueron sesgados desde el principio. Moro no solo condujo el proceso con parcialidad como comandó de hecho la acusación, desafiando las reglas de procedimiento más fundamentales en Brasil.
Insisten los signatarios que pese a todas estas estratagemas, Moro tuvo que contentarse con condenar a Lula por hechos indeterminados, dada la inexistencia material de pruebas que lo implicaran directamente en el caso. ‘Al hacerlo, Lula se convirtió en un prisionero político’.
Entre los firmantes del manifiesto figuran el exjuez español Baltasar Garzón, el profesor de Derecho y Ciencia Política de la Universidad estadounidense de Yale Bruce Ackerman, el abogado español Joan Garcés, el francés William Bourdon y el alemán Wolfgang Kaleck.