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Paris/Francia/AFP
Dos penales concedidos con videoarbitraje (VAR) en los últimos instantes permitieron al Manchester United y al Oporto clasificarse para los cuartos de final de la Liga de Campeones, hundiendo de manera cruel a sus respectivos rivales, el París Saint-Germain y la Roma.
Después de que el martes el fútbol europeo se viera convulsionado por la eliminación sorpresa del Real Madrid ante el Ajax de Ámsterdam, esta vez fue especialmente sonora la caída del París Saint-Germain, que había ganado 2 a 0 en la ida en Old Trafford y que vio escaparse su billete a cuartos en el descuento final con ese penal de Rashford decidido tras la revisión en vídeo, en unos segundos muy tensos en el Parque de los Príncipes antes del drama.
El 3 a 1 final que supuso ese gol desde el punto fatídico permitió al United la remontada y hundió de manera dolorosa al París SG, que por tercer año consecutivo cae en los octavos de este torneo y, como hace dos años en el Camp Nou (derrota 6-1 desaprovechando la ventaja 4-0 de la ida) viendo cómo se le escapaba un cruce que había dejado muy encarrilado en la ida.
Romelu Lukaku (minutos 2 y 30) logró los dos primeros goles del Manchester United, aprovechando sendos errores graves de los locales. Juan Bernat había igualado en el 12 para los parisinos, que resistieron con la eliminatoria virtualmente ganada hasta ese penal del descuento final, con el que Rashford (90+4) dejaba helado al equipo de Thomas Tuchel cuando casi comenzaba a descorchar el champán.
El Manchester United, que el año pasado había quedado eliminado en los octavos de este torneo por el Sevilla, regresa cinco años después a los cuartos de final del máximo torneo europeo.
Para el PSG, este revés es traumático en la forma y el fondo, ya que con un título en la Ligue 1 francesa muy cerca (17 puntos de ventaja sobre el segundo, el Lille), la Champions era el gran desafío para el equipo y el objetivo más ilusionante para el club.
Neymar, lesionado, siguió el partido desde la grada y Edinson Cavani, de baja por problemas en la cadera desde hace casi un mes, reapareció en el 90+5, cuando su equipo se dirigía ya a la eliminación.
En el otro partido de ayer, la resolución se dio en los últimos instantes de la prórroga, con el 3-1 que el Oporto consiguió para remontar el 2-1 en contra que había recibido ante la Roma en Italia.
El brasileño Tiquinho Soares adelantó a los locales (26). Daniele De Rossi (37) selló un empate de penal que daba el pase a cuartos a los hombres de Eusebio Di Francesco. Pero el maliense Moussa Marega (52) firmó en el segundo acto el gol que condujo el choque a la prórroga. Ya en el tiempo extra, el brasileño Alex Telles, de penal (116), permitió al Oporto volver a estar entre los ocho mejores de Europa, cuatro años después.
El conjunto romano, que está fuera de los puestos ‘Champions’ en la Serie A y cayó humillado ante la Fiorentina en la Copa de Italia (7-1), no encontró esta vez remedio a sus males en la máxima competición europea, a cuyas semifinales llegó la pasada edición (eliminado entonces por el Liverpool).
Pero para meterse en cuartos, el Oporto de Sergio Conceiçao tuvo que esperar 120 minutos de sacrificio y tensión en un estadio a rebosar y en uno de cuyos fondos se desplegó una pancarta con el lema ‘Gladiadores’ dirigido a los jugadores locales.
El arquero español Iker Casillas disputará sus primeros cuartos con el Oporto. El mexicano Héctor Herrera se perderá la ida de esa ronda por sanción.
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