Teresa Alvarado
El informe destaca las condiciones de desigualdad que enfrentan las mujeres en el ámbito cotidiano, tadalafil entre los que destacan bajos salarios, trabajos precarios, acoso laboral y sexual, descuentos salariales, así como el poco interés de las instituciones del Estado en solventar esta problemática, lo que según las organizaciones atenta contra el desarrollo e integridad de este sector de la población.
La Concertación Regional de Mujeres por un Trabajo Digno presentó un informe sobre las violaciones a los derechos humanos y laborales que enfrentan las mujeres en Centroamérica.
El documento destaca las condiciones de desigualdad que enfrentan las trabajadoras en el ámbito cotidiano, entre estos bajos salarios, violaciones a sus derechos laborales, trabajos precarios, así como el poco interés de las instituciones del Estado en la toma medidas para solventar esta problemática, lo que según la organización atenta contra el desarrollo e integridad de este sector de la población. La representante legal de la organización Mujeres Transformando de El Salvador, Marilyn Najarro, afirmó que el tipo de denuncia que reciben es por acoso sexual y laboral, descuento salarial por permisos personales, de salud, por llegadas tardes, entre otras.
“Las fábricas más denunciadas están en la zona franca internacional de Olocuilta, la de San Marcos y American Park. En estos casos nosotros como organización brindamos asesoría legal y acompañamiento si la persona necesita ir a interponer una denuncia ante el Ministerio de Trabajo o a los juzgados de lo laboral y brindamos ese servicio de forma gratuita”, explicó Najarro.
Agregó que solo en este año han recibido 30 denuncias sobre diversas violaciones a los derechos laborales, sin embargo consideró que esta cifra pertenece a aquellas mujeres que se atreven a denunciar, mientras que hay un buen número de trabajadoras que no lo hace por temor a ser despedidas o porque no confían en las instituciones. Ante esta situación llamaron a los gobiernos de los países centroamericanos a definir estrategias concretas encaminadas a disminuir los índices de violencia y esclarecer los casos de feminicidio, asimismo, solicitaron asignar más presupuesto para impulsar leyes y políticas a favor de las mujeres.
Además exigieron que las políticas laborales respondan y garanticen los derechos de las mujeres a través de la generación de empleos de calidad. También se pronunciaron porque los gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras ratifiquen el convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), referente a un empleo decente para las trabajadoras del hogar, entre otras prerrogativas.
Por ello en el marco de la conmemoración del Día Nacional e Internacional de la Mujer que se celebra cada ocho de marzo, el sistema de Naciones Unidas de El Salvador resaltó que la participación económica de las mujeres en el año 2013 era del 49.3%, mientras que en los hombres era del 80.7%, por lo que consideró que si la tendencia continua igual se necesitarían 80 años para que alcance la misma tasa que el sector masculino.
Según datos presentados por las Naciones Unidas, la inactividad de la mujeres se debe principalmente a que el 65.6% de ellas están a cargo de los quehaceres del hogar y un 44.7% está subempleada.
Además los niveles de ingresos económicos que las mujeres perciben es de un 14% menos que los hombres y en la zona rural la cifra alcanza el 22%. El organismo internacional llamó al a todos los sectores de la sociedad a trabajar con más fuerza para erradicar todo tipo de violencia contra las mujeres y la impunidad en los casos de feminicidio, abuso sexual, estupro y cualquier otro tipo de violencia.
También, el secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo que la consigna tiene que ser “50-50” en el 2030 para alcanzar la equidad de género, para lo cual se necesita realizar esfuerzos significativos a corto plazo, así lo expresó durante un evento de alto nivel de la Asamblea General sobre el fortalecimiento de los derechos de la mujer en la agenda de desarrollo post 2015.
“Ésta es la primera generación que puede erradicar la pobreza y debe ser la última que puede evitar las peores consecuencias del cambio climático. Pero no podemos hacerlo con éxito y abordar los desafíos del desarrollo sostenible si restringimos el potencial de la mitad de la población, las mujeres”, apuntó. En todos los países, los estereotipos de género, la exclusión y la discriminación continúan perpetuando la inequidad, lamentó el secretario, y llamó a acabar con esos patrones negativos y cumplir con la promesa de la Conferencia de la Mujer de Beijing en 1995, en la que los Estados se comprometieron al avance de esa población.