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El grupo de historiantes o moros y cristianos de San Antonio Abad, se tomó El Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán , para dar espacio a una edición más del programa Maquilíshuat bajo la Luna, que tuvo como invitado especial a don Celio López.
Vestido con un atuendo de rey moro, don Celio compartió su historia y relación con la tradición de los historiantes y de otras danzas, como el torito pinto, el venadito, el cuche de monte y los mitológicos. Todos estos personajes forman los viejos del correo y son más de cien danzantes, explicó López.
“Hoy vienen dos músicos, el pito y el tambor; los danzantes pueden ser hasta 18 a 22 en los historiantes. Hoy vienen tres que son de la danza del cuche de monte. Yo vengo como historiante y mi nieto que viene como uno de los mitológicos: el diablito”, dijo don Celio.
Los músicos tocaron los sones de cada una de las danzas y también presentaron un extracto de la danza del cuche de monte, con parte de los personajes: el perro Solimán, el cuche y el cazador.
“En la danza del cuche de monte aparecen dos viejones, dos viejonas, los dos cazadores y el perro que es el que alborota al cuchito para hacerlo llegar adonde está la trampa. La danza nos muestra la forma de vida ordinaria de nuestros antepasados, donde había una fecha que decían: ‘vamos a cazar un cuchito y hacemos una fiesta’. La gente subía el volcán de San Salvador a cazar; ya cazado, era llevado a la comunidad y como eran bien unidos, lo repartían entre toda la gente de San Antonio Abad”, compartió López.
Además de las danzas, López compartió mitos, leyendas y gastronomía de su cantón, tradiciones que se mantienen vigentes y se practican durante las fiestas patronales que tienen lugar en enero y agosto de cada año.
“Esta es una expresión artística que debe prevalecer en el tiempo, que representa nuestra historia, nuestras costumbres, y qué bueno que se estén retomando estas iniciativas. Hay mucha sabiduría ancestral que se va perdiendo. Me ha gustado bastante y veo un gran entusiasmo”, opinó Diana Merino.
El tema presentado en Maquilíshuat bajo la Luna tuvo mucha receptividad entre el público, formado por familias, especialmente niñas y niños que mostraron interés por las costumbres de San Antonio Abad.
