Por Alessia Genoves
Francela Méndez perdió la vida el 31 de mayo del año 2015 por parte de miembros de estructuras terroristas. El hecho que veló la vida de la joven activista y entonces representante del Colectivo Alejandrías conmovió a los sectores abanderados por las consignas LGBTI+ y a organizaciones de la comunidad internacional. La condena se ha eternizado, debido a la impunidad del hecho de sangre, al punto de resonar al cierre de la Semana Santa.
“Hemos tomado mucha importancia a todos éstos casos, porque es lamentable que no podemos decir que todas nosotras estamos seguras todavía. Todavía existe la posibilidad de que perdamos a alguna de nuestras hermanas”, expresó Mirna Midnight, representante de la organización Zororidrag, tras haberse manifestado en la “Marcha Queer” que honra la memoria de Francela Méndez, una más entre las más de 600 víctimas de homicidios y crímenes de odio para la comunidad LGBT+, según lo destaca la Asociación Solidaria para Impulsar el Desarrollo Humano (ASPIDH) Arcoiris Trans.
77 de los homicidios concurridos del 2017 al 2023 se suman al registro de ASPIDH, de acuerdo con la Federación Salvadoreña LGBT. Y aunque las cifras son alarmantes, no obstante, el registro alternativo evidencia una disminución sucesiva de los hechos de sangre, que es coherente con el registro divulgado por la Policía Nacional Civil (PNC) y la Fiscalía General de la República (FGR). Del dato consignado, sólo 7 homicidios a personas sexo-diversas fueron documentados por la organización Comunicando y Capacitando a Mujeres Trans (Comcavis), de un total de 496 homicidios documentados; mientras que en 2023, apenas fueron confirmados 2 hechos de sangre, de un total de 154 ocurridos a escala nacional.
Procesión Queer
De las más de 600 víctimas LGBT+ asesinadas, apenas 7 de ellas han recibido justicia, con 2 condenas bajo la tipificación penal de Crímenes de Odio (art. 129, núm. 11); y 5 de ellas como homicidios. Los primeros dos responden al asesinato de Yasuri Orellana y Daniela Rodríguez, dos mujeres transexuales que fueron acribilladas en el municipio de San Juan Talpa (La Paz), en un hecho de violencia perpetrado por 3 pandilleros, condenados a penas de 60 y 66 años de prisión: Edwin Geovanni Méndez, Aníbal Alfredo Melara y Carlos Antonio Molina.
“Esta procesión la nombramos procesión Queer, porque queríamos traer a la memoria a miembras y miembres de la población LGBTQ+, que han sido víctimas de crímenes de Odio, como trans-feminicidios. Y luego, vimos a bien abrir un poco más el espacio para conmemorar a mujeres que han sido víctimas de feminicidios por asesinatos que usualmente no han tenido una resolución favorable”, detalló la representante del Colectivo Amorales, Mirna Midnight Light, Zororidrag.
La relación entre el colectivo LGBTQ+ con las consignas feministas responde a su ámbito de inter-seccionalidades, en las que las formas de violencia reportadas por mujeres cisgénero las comparten las mujeres transgénero y transexuales. En ese ámbito, la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (ORMUSA) se ha solidarizado con el registro de muertes a personas trans; mientras que, por otra parte, hasta el mes de marzo de 2024, ha divulgado un registro acumulado de 5 femicidios, una cantidad que contrasta con los 14 feminicidios del mismo período del año anterior.
“La iniciativa nació desde diversas organizaciones sociales y feministas, con la intención de apropiarnos para hacer una extensión de la semana santa. Por eso es que nosotras buscábamos crear a diversas estaciones, donde pudiéramos homenajear a diversas personas, para que cada una de las organizaciones se sintiera afín, con la intención de crear un espacio digno, un espacio sacro, un espacio con mucho simbolismo retomado, de cierta manera, de todo el imaginario que tiene la Semana Santa, dentro de la Religión Católica”, explica la representante de la organización La Casa Rosada, Grace Jiménez.
La Semana Santa conmemora, tradicionalmente, la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, en honor a quién responde el Cristianismo religioso. El hijo unigénito del Dios Yahwé manifestó un mensaje de tolerancia sobre los grupos sociales oprimidos (Juan 20:24). Y, desde el año 2020, el Vicario de Cristo, el Papa Francisco, ha reiterado su mensaje, y ha recibido continuamente a grupos de mujeres trans y personas LGBT+, reconociendo a las primeras como “Hijas de Dios”. En tal sentido, la violencia que conduce al homicidio contra personas LGBT+ es opuesto al mensaje de Cristo.