México/AFP
Varios centenares de mexicanos marcharon por la principal avenida de la capital del país en protesta por el aumento del precio de los combustibles, que entró en vigor este domingo 1 de enero.
El valor de las gasolinas subió en promedio 20,1% y el diésel 16,5%, en el arranque de una liberalización de precios enmarcada en la reforma energética que impulsó el presidente Enrique Peña Nieto en 2014 con la promesa de que así bajarían los combustibles.
Con pancartas que decían «¡Fuera Peña Nieto!» y al grito de «¡Únete pueblo! ¡Únete pueblo!», unas 300 personas desfilaron desde el emblemático monumento Ángel de la Independencia, situado en la avenida Reforma, rumbo al Zócalo, la principal plaza del país.
«Con esta noticia de la gasolina no sé a dónde vamos a llegar. De por sí, el salario mínimo no alcanza para una canasta básica (de alimentos), y ahora con esto menos va a alcanzar», comentó a la AFP durante la marcha Dulce María Coeto, una ama de casa.
Para la maestra retirada Luz María López, el panorama es bastante sombrío.
«Los alimentos se van a encarecer, todo va a subir, en el medio rural la gente se va a morir de hambre (…) Estamos coléricos», expuso en la marcha, que concluyó sin incidentes.
El anuncio del aumento del precio de los combustibles se hizo el martes pasado, pero previamente en distintos estados se presentó una inédita escasez de carburantes que la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) atribuyó a problemas climáticos, reparaciones y robo de combustible.
La prensa nacional informó el domingo que varias estaciones de servicio colgaron el cartel de «Cerrado por desabasto» en distintos puntos del país.
La petrolera estatal aseguró en un comunicado que menos del 1% de las gasolineras del país –unas 88– tienen «bajos niveles» de carburante, pero trabaja en regularizar la distribución para satisfacer la demanda, que se incrementó el sábado en distintas zonas.
En Puebla (centro), una de las regiones más golpeadas la actividad de bandas dedicadas a violar ductos de distribución de Pemex para instalar tomas clandestinas, varias gasolineras impusieron este domingo un tope máximo de compra de unos 15 dólares por automóvil.
Durante la última noche de 2016, en efecto, se registraron filas de hasta 150 vehículos en algunas gasolineras. Manifestantes incluso bloquearon momentáneamente unos puntos de peajes en protesta por las medidas.
Los mexicanos enfrentan además la caída de su moneda que se depreció 16,12% en 2016, golpeado por los bajos precios del petróleo y el triunfo en la presidencial de Estados Unidos del republicano Donald Trump, que amaga con fuertes medidas proteccionistas contra México.
La liberalización del precio de los combustibles y la entrada de firmas privadas al negocio, que pone fin al monopolio de más de 70 años de Pemex, debía comenzar en 2018, pero el gobierno decidió adelantarlo.