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París/PL
Varias marchas ambientalistas se efectuaron hoy en diferentes puntos de la capital francesa, sovaldi sale cialis sale las cuales estuvieron acordonadas por un amplio dispositivo policial.
Convocadas por organizaciones ecologistas, sick miles de personas se dieron cita para reclamar justicia, coincidiendo con la última jornada de trabajo de la cumbre mundial sobre cambio climático (COP21) que sesiona desde hace dos semanas en el Parque de Exposiciones Le Bourget, al norte de París.
En las inmediaciones de monumentos como el Arco del Triunfo o la Torre Eiffel se movilizaron miles de personas para expresar, cada una desde su visión, la manera como los perjudica el fenómeno del calentamiento global y la necesidad de actuar efectivamente con el fin de combatirlo.
Estamos aquí para reclamar que se llegue finalmente a un acuerdo justo, vinculante y ambicioso, declaró a Prensa Latina Antonio Zambrano, del movimiento ciudadanos frente al cambio climático de Perú.
No es suficiente lo que se ha hecho hasta el momento. La voz de la sociedad civil no ha sido suficientemente escuchada en esta cumbre. Todo el contexto del país ha sido completamente adverso a las movilizaciones, no ha habido las garantías necesarias para que la gente salga a la calle y pueda manifestarse, remarcó.
Más allá del acuerdo que se firme, para nosotros es importante cómo la sociedad se organiza y sigue creciendo el movimiento social en el mundo, enfatizó.
Procedentes de diversas partes del orbe, se escuchaban idiomas diferentes a cada paso, pero todos los presentes estaban hermanados por demandas de Justicia climática o Estado de emergencia climático.
El reforzamiento del dispositivo policial era más que evidente. Para acceder a las calles donde estaban previstas las marchas, los agentes chequeaban las pertenencias de las personas.
La policía amplió la prohibición de manifestarse aquí durante la COP21, que inició sus labores el 29 de noviembre.
Quienes la violen se exponen a condenas de hasta seis meses de reclusión y multas de siete mil 500 euros.
En un contexto marcado por las medidas adoptadas tras los atentados del 13 de noviembre en la Ciudad Luz y el estado de emergencia decretado desde entonces, algunos señalaron que, más allá de la cuestión de garantizar la seguridad, las prohibiciones de manifestarse en Francia buscan silenciar criterios diferentes.
Cientos de individuos se movilizaron el 29 de noviembre en la Plaza de la República para demandar medidas efectivas contra el cambio climático, pese a que las autoridades lo habían prohibido.
La marcha degeneró en enfrentamientos violentos entre manifestantes y fuerzas del orden.
Decenas de activistas, algunos con máscaras, se enfrentaron a los agentes y lanzaron objetos. Cuando un grupo de los reclamantes atravesó un cordón policial, los antidisturbios respondieron con gases lacrimógenos para obligarlos a retroceder. Tras lo ocurrido, más de 300 personas fueron apresadas.
Activistas de la organización ecologista internacional Greenpeace fueron detenidos ayer después de haber desplegado un pequeño banner en el Arco del Triunfo de la capital francesa.
También cubrieron con pintura amarilla el suelo de la plaza donde se encuentra el monumento para reclamar un mayor impulso público a las energías renovables, en el contexto de la cumbre que sesiona en el Parque de Exposiciones Le Bourget, al norte de París.
Fuentes policiales precisaron que como parte de esa acción, a la que se unieron unas 80 personas, dos de los activistas, suspendidos con cuerdas, desplegaron una bandera amarilla en la que se leía: Hollande, renueve la energía.
