Por: Iván Escobar
Sonia Escobar
Colaboradores
Margarita Fidelia Flores Melara, de 73 años, y residente en la colonia La Rábida, de San Salvador, llegó a tempranas horas de este domingo 4 de febrero para participar en los comicios presidenciales y legislativos. Al llegar al centro de votación ubicado en el Instituto Nacional “General Francisco Menéndez”, a pocas cuadras de su domicilio, esperó cerca de 25 minutos porque aún no se había habilitado el ingreso de los votantes.
Este centro de votación es uno de los principales en la ciudad capital, por ello, Margarita dice que siempre busca ir en horas tempranas. Antes de emitir su voto, y mientras las autoridades electorales a cargo del centro daban salida a un impasse con las personas que el Tribunal Supremo Electoral (TSE), seleccionó para integrar las Juntas Receptoras de Votos (JRV).
Mayra Elizabeth Miranda, encargada del centro, explicó que el problema en la apertura se debió a que las mesas se integraron rápidamente, y cuando las demás personas llegaron ya no había espacio para ellos, esto a pesar de ser seleccionados por el TSE, pero dijo que se les daría una constancia para evitar que los mismos fueran multados por incumplir el mandato requerido.
Las personas seleccionadas por el Tribunal, y que a última hora ya no integraron las mesas receptoras de voto, se quejaron de que algunas de ellas estaban esperando desde las 3 de la mañana, “y venimos por gusto”. Al final las autoridades habilitaron el ingreso de los votantes, a las 7:25, entre ellas iba Margarita a la cabeza, quien celebró haber cumplido su derecho al voto.
“Ya estoy tranquila”, dijo la mujer con satisfacción mientras mostraba a algunos periodistas su dedo con tinta, como símbolo de haber votado. “Es importante venir a votar, porque es aquí donde uno tiene la oportunidad de evaluar lo que han hecho antes, y a quien queremos para un nuevo mandato”, afirmó, Margarita.
Ella, al igual que muchos salvadoreños acudió este domingo 4 de febrero a ejercer el sufragio. Los salvadoreños han participado en un proceso electoral atípico, ya que después de 32 años de la firma de los Acuerdos de Paz, los comicios presidenciales y legislativos se han realizado bajo un régimen de excepción vigente desde hace 22 meses atrás, y el cual es el eje central de la política de seguridad que ejecuta del actual gobierno.
Algunos miembros de partidos lamentaron algunas situaciones que se dieron en la apertura de los centros, como el caso de haber citado a las personas, y llenar las mesas con otros integrantes, lo cual no deja de generarles cierta preocupación. Ante ello, la encargada del centro de votación, justificó que la no aceptación de las personas convocadas fue porque “se les llamó a última hora”.
Los votantes en este centro de votación que acudieron masivamente, dijeron que el proceso prácticamente ha sido rápido, y a diferencia de otros procesos no han esperado mucho.
Dificultades de movilidad
Así como doña Margarita, otros adultos mayores acudieron a las urnas para emitir su voto y se encontraron con diferentes dificultades que dilataron el proceso para poder votar.
En el centro de votación ubicado en la Avenida Olímpica, muchos adultos mayores quienes no habían consultado previamente su número de urna y correlativo se encontraron con la dificultad que no había nadie quién pudiera guiarlos.
Pese a que se instalaron múltiples rótulos con el mensaje “Atención especial a adultos mayores, mujeres embarazadas y personas con discapacidades”, no encontraban quién les guiara para ubicar rápidamente la Junta Receptora de Votos en la que les correspondía votar.
A diferencia de eventos electorales pasados, en estos comicios los representates de partidos políticos destacados en los centros de votación, se dedicaban más a la vigilancia en las JRV, que en el guiar a las personas. Cabe destacar, que en muchos casos, fueron elementos de la Policía Nacional Civil quiénes guiaban y atendían a los electores y en especial a los adultos mayores para facilitarles el proceso para emitir el voto.
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