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Roma/AFP
Unos 30 cadáveres fueron hallados el domingo por la noche en un barco lleno de inmigrantes en el canal de Sicilia, sick pharmacy entre Italia y las costas del norte de África, anunciaron este lunes los medios italianos citando a la Marina y a los guardacostas.
El macabro descubrimiento se produjo cuando los uniformados italianos subieron a bordo de un pesquero que transportaba a unos 590 inmigrantes, con el fin de evacuar a tierra firme a las personas más necesitadas, entre ellas dos mujeres embarazadas.
La embarcación estaba siendo remolcada por el buque «Grecale» de la Marina italiana y llegará este lunes a Pozzallo, en la zona de Ragusa (sureste de Sicilia).
Los inmigrantes parecieron al parecer por asfixia. Los cuerpos fueron descubiertos en una parte de difícil acceso del pesquero.
No es la primera vez que se descubren cadáveres de inmigrantes a bordo de embarcaciones socorridas en alta mar en el canal de Sicilia, pero nunca habían sido tantos a la vez.
El pasado 14 de junio, diez inmigrantes se ahogaron en el naufragio de su embarcación a sólo 70 km de las costas libias. Otros 39 emigrantes que se encontraban en la misma canoa neumática pudieron ser salvados por un buque de la Marina.
Por otra parte, tres grandes barcos militares con más de 1.000 refugiados a bordo cada uno llegarán entre el lunes y el martes a tres diferentes puertos italianos, indicó un comunicado de la marina italiana.
Otros navíos militares y guardacostas llegarán también el lunes en puertos sicilianos, mientras que dos cargos, socorrieron a cerca de 300 inmigrantes.
En total, este fin de semana se socorrió a más de 5.000 refugiados durante operativos de rescate en el Mediterráneo.
Estos rescates se inscriben en la operación «Mare Nostrum», lanzada por Italia el otoño de 2013 después de dos terribles naufragios, uno cerca de Lampedusa y el otro cerca de Malta, que dejaron casi 400 muertos.
Los expertos subrayan que la operación tiene también efectos perversos porque los buques militares italianos cada vez van más lejos y se acercan más a las costas libias, lo que contribuye a aumentar el flujo de inmigrantes.
Con unas condiciones meteorológicas favorables y una inseguridad creciente en sus países de origen y también en Libia, el país de salida, miles de inmigrantes y refugiados -sirios, eritreos, habitantes pobres del África subsahariana- se echan a la mar todas las semanas en dirección a las costas italianas.
En lo que va de año, según las autoridades, más de 60.000 refugiados y emigrantes que huyen de guerras o en busca de una vida mejor han desembarcado en el sur de Italia. El récord de 2011 registrado coincidiendo con las primaveras árabes, de 63.000 personas, debería ser superado.
Algunos expertos piensan incluso que este año se podría alcanzar las 100.000 personas socorridas en el canal de Sicilia.
Italia ha obtenido un refuerzo de Frontex, la agencia de vigilancia de las fronteras europeas, y ayudas suplementarias para gestionar el flujo de emigrantes. Pero espera que la Unión Europea, y sobre todo los países del norte de Europa, se muestren más solidarios en el esfuerzo de acogida de los emigrantes.
Esta semana, el ministro italiano de Interior, Angelino Alfano, pidió al margen de una cumbre del G6 en Barcelona que Mare Nostrum «pase a ser una operación europea» dirigida por Bruselas.
