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El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) informó que continúa el enjambre sísmico en la zona norponiente del Área Metropolitana de San Salvador (AMSS), donde se ha registrado un total de 65 temblores desde el 31 de enero hasta el 3 de febrero de 2020.
Según la Red Sísmica Nacional de El Salvador, del total de los temblores registrados, ocho de ellos han sido percibidos por la población, cuyas magnitudes oscilan entre 1.7 y 3.2. El sismo de mayor magnitud fue de 3.2, ocurrió el 1 de febrero a las 7:39 p.m., a una profundidad de cinco kilómetros, sentido en el AMSS con una intensidad de III en la escala de Mercalli Modificada.
El último sismo reportado por el MARN ocurrió el lunes 03 de febrero a las 02:03 de la mañana, con una magnitud 2.6 y una profundidad de 2.1 kilómetros. Por las características de las señales registradas, el origen de esta actividad sísmica es atribuido a la activación de fallas geológicas en la zona.
La Dirección General de Protección Civil recomendó a la población mantener la calma, no poner atención a rumores, estar pendiente sobre el desarrollo de este fenómeno, asegurar objetos inestables que puedan caer o desprenderse e informar en caso de observar afectaciones como fisuras, grietas o desplomes en viviendas o infraestructura en general, provocados por sismos de mayor intensidad.
Ambiente muy cálido en el día
Asimismo, el MARN indicó que para este día el cielo estará de despejado a poco nublado, el ambiente de cálido a muy cálido en horas diurnas y de templado a agradable por la noche y madrugada, debido a temperaturas ligeramente disminuidas.
Estas condiciones se deben al retorno del flujo del este con poco contenido de humedad sobre la región centroamericana.
Se prevé que el viento sea del noreste y este por la mañana y noche, con velocidades entre 10 a 20 kilómetros por hora; por la tarde habrá ingreso de brisa marina, con velocidades de entre 10 a 20 kilómetros por hora.
Medio Ambiente pidió precaución a las pequeñas y medianas embarcaciones de pesca transporte o turismo marítimo, principalmente en aguas profundas por viento del noreste y este acelerados, que alcanzan los 40 kilómetros por hora.