Por Michèle Leridon
Roma/AFP
Los socialistas europeos invistieron este sábado como candidato a la presidencia de la Comisión al alemán Martin Schulz, sales al lanzar la campaña de las elecciones europeas, click en las que quieren propiciar un cambio de rumbo para un continente en crisis.
El actual presidente del Parlamento Europeo fue investido con una amplia mayoría de 368 votos a favor de un total de 404, malady en el X Congreso del Partido Socialista Europeo (PSE) en Roma, en el que participaron 800 delegados, entre ellos todos los jefes de gobierno socialistas de la UE.
«Mi primera prioridad como presidente de la Comisión será el empleo», declaró Schulz tras ser investido candidato.
«Quiero reducir la brecha entre ricos y pobres, entre países grandes y pequeños», añadió el alemán, recordando sus orígenes de «librero y alcalde de una ciudad pequeña, nacido en una familia modesta».
«Hemos perdido el optimismo sobre nuestro futuro. Es hora de actuar, de combatir por una Europa social y democrática», proclamó.
Contra la actual «mayoría de derechas», que ha creado «una Europa del miedo y de la austeridad», los dirigentes socialistas y socialdemócratas adoptaron un manifiesto por «una nueva Europa».
En él, el PSE desarrolla un programa de diez puntos para los próximos cinco años, en el que priorizan el «empleo», la «reactivación de la economía», y la lucha contra «el dumping social», con la instauración de salarios mínimos.
También apuestan por «una verdadera coordinación de las políticas económicas y fiscales de la eurozona».
«Si seguimos con una política que conduce al desempleo masivo y desmoraliza a los europeos, el proyecto europeo está en peligro», dijo el primer ministro francés, el socialista Jean-Marc Ayrault.
«Hay que cambiar de rumbo en Europa», abundó el primer ministro belga, Elio di Rupo.
«Queremos combatir a los populistas, que se aprovechan de esta crisis y quieren destruir la construcción europea en beneficio de un repliegue nacional», declaró a la AFP el dirigente socialista francés Harlem Désir.
Actualmente, los socialdemócratas son minoritarios en la Unión Europea, donde gobiernan en once de 28 países, en algunos casos en coalición con la derecha. En el Parlamento Europeo, el PSE cuenta con 195 diputados frente a los 275 del Partido Popular Europeo (PPE).
Los últimos sondeos no dan un vencedor claro de las próximas elecciones al Parlamento Europeo, previstas el 25 de mayo.
En virtud del Tratado de Lisboa, los jefes de estado y de gobierno europeos deberán tomar en cuenta por primera vez los resultados de las elecciones europeas para escoger el presidente de la Comisión Europea.
El candidato Schulz es conocido por su pugnacidad y, al contrario que el presidente saliente de la Comisión, el portugués José Manuel Durao Barroso, prefiere la claridad a las medias tintas.
«Hay que hablar sin tapujos, para que la gente nos entienda», dice.
«Dinámico y ofensivo», según la eurodiputada liberal Sylvie Goulard, Schulz ha luchado por reforzar el papel del Parlamento Europeo, la única institución comunitaria elegida por sufragio universal directo.
La extrema derecha y los euroescépticos lo odian. «Tiene la cara de Lenin y habla como Hitler», dijo en una ocasión a propósito de él el ex líder de la ultraderecha francesa, Jean-Marie Le Pen.