Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
El incienso sube libre hacia el cielo, el sonido fuerte de las varas de cuete resuenan en las calles del municipio de Antiguo Cuscatlán, que seguido de la bendición con el agua bendita que cae sobre un centenar de familias que cargan en brazos, cochecitos, cestas o pesebres a sus “Niño Dios”, antes de iniciar la procesión de los Santos Niños Inocentes. La conmemoración de los Santos Niños Inocentes se enmarca en el Nuevo Testamento, el Evangelio de Mateo, quien describe como el rey Herodes I El Grande, dio la orden de ejecutar a todos los niños nacidos en Belén y menores de dos años, para que con ello, pereciera el Niño Jesús, quien había sido adorado por los Reyes Magos.
Marta Alicia Linares de González lleva en brazos a su Niño Dios, que tiene el tamaño de un niño de nueve meses, y lleva el nombre de Ricardo en honor a su hijo. Lo recibió en un cumpleaños y desde ese momento no ha faltado a su presentación religiosa en el Día de los Santos Niños Inocentes.
“Me regaló al Niño Dios y a sus papás (José y María), son grandes, ahora he añadido los nombres de mis bisnietas Heisel y Valeria. Yo vengo a presentar al Niño Dios, y le tengo una gran fe, y pedimos que todo cambie porque queremos paz en el país y quiero que Dios nos conceda esa gracia a todas y todos”, manifestó.
Mientras, el padre Oscar López indicó que “sencillamente nos estamos preparando para el Día de los Santos Niños Inocentes” para la tarde del 28, que consiste en una presentación previa de los Niño Dios, que permanecerán en el resguardo de la iglesia hasta ese día por la tarde, cuando se realice en la parroquia una misa solemne, que tiene como anuncio la muerte de los niños mártires, y la necesidad de un cambio para construir una mejor sociedad y dar protección a la población infantil salvadoreña.
“El mensaje es sencillo, poner nuestra mirada en los niños y niñas, en los más pobres y tratar de salvarlos del analfabetismo, la miseria a través de fortalecer a las familias. Porque una familia integral es donde el centro de esa familia sea el amor y en esa esté Jesús”, reflexionó el padre López.