Todos podríamos sentirnos optimistas si pensamos en que se acerca el fin de la impunidad, levitra a partir de que los presagios son positivos cuando la justicia internacional hoy dispone la extradición de uno de los militares implicados en el horrendo crimen de los sacerdotes jesuitas.
Solo aquellos que están involucrados de una u otra manera o que siempre estuvieron de acuerdo con los crímenes genocidas que permanentemente se ejecutaban en nuestro país, viagra son los que todavía sueñan repitiendo constantemente la trillada frase: “perdón y olvido”.
Lo más absurdo de todo es que bien saben, aquellos que continúan abanderando la impunidad, que el perdón deben pedirlo para que se les dé ¿cómo es posible que alguien les va a perdonar si se ocultan en la prepotencia que les da la impunidad?
Por muchas ocasiones, los sacerdotes jesuitas que sobreviven a la masacre de los inolvidables mártires han manifestado con amor de hermanos, que podrían perdonar pero nunca olvidar a los asesinos materiales e intelectuales de Ignacio Ellacuría, Segundo Montes, Ignacio Martín Baró, Juan Ramón Moreno, Joaquín López, y de la empleada Elba Julia Ramos y su hija Celina.
Elba y su hija de solo 16 años Celina, también fueron víctimas de los desquiciados cerebros enceguecidos por el odio y los deseos de matar. Estos sátrapas no les perdonaron la vida a la madre e hija, y hoy quieren que todo el mundo les perdone, pero sin pedir perdón, algo totalmente absurdo.
La abogada española Almudena Bernabeu, querellante en el caso Jesuitas, fue la voz de la esperanza para la gran mayoría de salvadoreños al afirmar que el caso de los mártires jesuitas sigue abierto en España, y que se espera que la justicia caiga con todo su peso sobre los asesinos de Lesa Humanidad. Eso queremos los salvadoreños, que termine esa impunidad que a gritos, por todos los medios que están a su alcance, siguen vociferando odio y muerte.
Ahora, ya sabemos que de los tres cerebros malignos que condenaron a muerte a los jesuitas uno está preso en Estados unidos, otro está muerto, y el otro vivo es candidato a diputado por el partido ARENA.
Bernabeu, como la voz firme que presagia el fin de la impunidad, nos informó que la principal prioridad de los demandantes, para el próximo año, es la extradición del militar salvadoreño Inocente Orlando Montano, para que responda por el asesinato de los seis sacerdotes y dos de sus empleadas.
La abogada española afirmó que la extradición de Montano es clave para abrir el proceso a prueba en España, ya que sería el primer indiciado presente para ser procesado por la matanza ocurrida en las instalaciones de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), en la madrugada del 16 de noviembre de 1989. “El proceso, sino está presente físicamente uno de los imputados, no se puede abrir, entonces estamos con la esperanza que este próximo año la extradición sea posible”, manifestó.
De Montano, los salvadoreños conocemos que cumple una condena de 21 meses en prisión por “fraude migratorio”, en Estados Unidos, pero la justicia española mantiene la solicitud de extradición ante las autoridades norteamericanas, antes de que lo liberen.
Bernabeu, como vicepresidenta de la Asociación Pro-Derechos Humanos de España (APHE) se refirió a tres escenarios paralelos que se dieron entre 1996 y 2014, y que han favorecido para llegar hasta donde se ha llegado, en este proceso para terminar con la impunidad.
“Primero el trabajo permanente, resistente que hizo la UCA; un segundo escenario fue que paralelamente a otros casos que se llevaron junto con este en Estados Unidos, y un tercer elemento que se estaba llevando y que existía en la teoría, un nuevo cuerpo legal en el derecho legal internacional y que se consolida cuando es arrestado el ex-presidente Augusto Pinochet (Chile)”, resumió.