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Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
El padre Cosme Spessotto, Zamuner, originario de Italia, franciscano que llegó a la Iglesia en San Juan Nonualco, departamento de La Paz, para construir una historia de fe y entrega con los más vulnerables de las comunidades y en el contexto del conflicto armado de los años ochenta, le indicó su camino de evangelización y solidaridad que terminó en su martirio.
El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas ha mencionado del padre Spessotto la ayuda a pobres y cómo, en una ocasión, ayudó a un grupo de madres, que eran de la “Guardia del Santísimo”, a enterrar a seis jóvenes que habían sido asesinados por las autoridades de ese momento y cómo desafió la situación, celebró una misa a la memoria de las víctimas, pese a que habían cerrado la ermita para que no lo hiciera.
El reconocimiento del “martirio” es el camino a la beatificación del padre Cosme Spessotto, ya que ese suplicio que vivió en sí es el milagro. El anuncio de Vatican News confirma la decisión del papa Francisco de autorizar el decreto que reconoce el “martirio” del siervo de Dios, Cosme Spessotto, sacerdote de la orden de los Frailes Menores, asesinado en San Juan Nonualco, el 14 de junio de 1980, por “odio a la fe”.
En su biografía destacan que el padre Cosme se distinguía por el sonido de su motocicleta vespa, cuando visitaba la casa de sus feligreses que estaban enfermos y gestionó ayuda internacional para el municipio, dando esperanzas y fe al pueblo de San Juan Nonualco. Descrito como un “sacerdote comprometido”, creó a los Caballeros de Cristo Rey, la Guardia del Santísimo, impartiendo catequesis eucarístico y mariano.
Asimismo, sus visitas a los cuarteles del ejército, comandancias de la entonces Policía Nacional y Guardia Nacional fueron más frecuentes por el dolor de las madres y denuncias sobre capturas y desapariciones de jóvenes en el inicio del conflicto armado.
En marzo de 1980, llegó una carta amenazándolo a muerte y su pueblo expresó su temor, pero el padre Spessotto hizo un “Testamento de Fe” que le heredó a San Juan Nonualco, en el cual expresó “personas fanáticas me van a asesinar, de antemano los perdono. “Morir mártir es una gracia que no merezco. Y espero seguir ayudándolos desde el cielo”.
Fue el 14 de junio de 1980, antes de celebrar la misa que sería concelebrada a las 7 de la noche, que Fray Cosme oraba de rodillas frente al altar, cuando resonaron cuatro disparos en el templo y se desplomó. Sobre los autores materiales, algunos testigos afirmaron que era un grupo de hombres armados que usaban pelucas y que se fueron caminando hacia la sede de la Guardia Nacional, sin que a la fecha se haya investigado la autoría de los hechores materiales e intelectuales.
El llamado espiritual del padre Cosme Spessotto fue a sus 12 años, cuando ingresó al Seminario de Lonigo, el 3 de septiembre de 1935, y trece años después se ordenó sacerdote, el 27 de junio de 1948, en la Basílica de la Madonna della Salute, Venecia, Italia. Dos años más tarde fue enviado a El Salvador, llegando al Puerto de La Unión el 4 de abril de 1950.
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