Telesur
Hasta 42 nuevos terremotos, de magnitud oscilante entre 1,5 y 4,5 grados en la escala de Richter, se dejaron sentir en la noche de este martes y madrugada de este miércoles en la provincia española de Granada, con epicentros en las localidades de Santa Fe, Atarfe y Cúllar Vega, las mismas zonas afectadas hace tres días por otro temblor de 4,4 grados que causó daños materiales.
Los sismos, que se notaron también en otras provincias andaluzas, como Córdoba, Málaga o Jaén, provocaron escenas de miedo entre la población, y cientos de vecinos salieron a las calles, tanto en Granada capital como en los municipios afectados, donde permanecieron hasta bien pasada la medianoche, olvidando el toque de queda impuesto por la pandemia de Covid-19.
El alcalde de Granada, Luis Salvador, pidió precaución con las chimeneas de los edificios o con cualquier objeto que pudiera caer a la calle, y envió un «mensaje de confianza y tranquilidad», al tiempo que solicitaba a los vecinos que permaneciesen en sus casas, ante el riesgo de desprendimientos que podía existir en la calle.
Los alcaldes de Atarfe y Santa Fe, epicentros de la mayoría de los terremotos que sacuden en los últimos día a la provincia de Granada, incidieron en la «preocupación» de su población tras una semana de movimientos sísmicos «horrorosa».
El alcalde de Atarfe, Pedro Martínez, señaló que «todo el pueblo» estaba en la calle, dándose numerosos casos de «gente que cogió el coche y salió hacia descampados» como consecuencia de los «fortísimos» últimos sismos.
Por su parte, Manuel Alberto Gil, alcalde de Santa Fe, incidió en que «ya la gente piensa lo peor, están muy nerviosos e intranquilos», e hizo hincapié en la necesidad de calmar a la ciudadanía.
El delegado de la Junta en Granada, Pablo García, pasó a fase de pre-emergencia el Plan de Emergencia Ante el Riesgo Sísmico de Andalucía. Este nivel se caracteriza por el seguimiento instrumental y estudio del fenómeno, además de por medidas de información a órganos, autoridades y población.