Roma/AFP
Diez emigrantes fueron hallados muertos en el Mediterráneo el fin de semana y más de 5.800 fueron socorridos mientras cuatro operaciones seguían en marcha.
Este total es uno de los más altos de los últimos años, sale si bien no representa un récord. El 12 y 13 de abril, sildenafil más de 6.600 inmigrantes fueron socorridos en dos días.
Varias operaciones seguían en marcha a la altura de Libia, cure según los guardacostas italianos, que señalaron 10 víctimas el domingo y precisaron que no había zozobrado ningún barco.
Ocho cadáveres fueron encontrados en dos barcos y dos hombres se ahogaron al tirarse al agua para subir cuanto antes a un barco que acudió al rescate, según los guardacostas, que no pudieron precisar la causa de los primeros decesos aunque recordaron que las condiciones en esas embarcaciones seguían siendo «extremas».
Por otra parte, una embarcación de fortuna llegó el domingo a la isla italiana de Lampedusa, la más cercana a las costas africanas, con 50 emigrantes a bordo.
También el domingo, guardacostas libios interceptaron cinco barcos que transportaban a medio millar de emigrantes con la intención de llegar a Europa y fueron conducidos a Misrata, al este de Trípoli, según responsables que no precisaron lo que esperaba a los emigrantes a su llegada al puerto libio.
Durante la sola jornada del sábado, los guardacostas italianos coordinaron el rescate de 3.690 personas a bordo de 17 embarcaciones, principalmente frente a las costas de Libia.
El domingo, también fueron 17 operaciones y en las 13 primeras fueron rescatados 2.152 emigrantes.
La marina militar italiana anunció que su patrullera «Bettica» socorrió el domingo al menos a 570 emigrantes, incluyendo más de 60 mujeres y unos 15 menores, a bordo de cuatro embarcaciones.
El «MV Phaenix», buque fletado por la oenegé Médicos sin Fronteras (MSF) y Migrant Offshore Aid Station (MOAS), rescató a 369 emigrantes el domingo, al día siguiente de zarpar de Malta en misión humanitaria de seis en el Mediterráneo, anunció MSF.
Varios centenares de emigrantes, esencialmente africanos pero también sirios, que salen en la mayor parte de los casos de Libia donde el caos deja las manos libres a los traficantes, desembarcan cada día en las costas italianas.
Tras la serie de naufragios que dejaron más de 1.200 muertos en abril, los dirigentes europeos reunidos el 23 de abril decidieron reforzar la presencia de la UE en el Mediterráneo triplicando la operación europea Triton, que era hasta entonces de 3 millones de euros por mes.
La diferencia se ha notado los primeros meses del años: entre enero y abril, el número de llegadas a Italia ha rondado los 25.000 en 2015 como en 2014, pero el número de muertos y desaparecidos se ha multiplicado por 20, pasando de 96 a 1.780 según la organización para las Migraciones Internacionales (OIM).
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, visitó el 27 de abril en un buque militar italiano la zona de Sicilia y evocó «una de las peores crisis humanitarias desde la segunda Guerra Mundial».