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@OscarCoLatino
Aulas provisionales construidas con láminas y madera y saturación de alumnos en las edificadas con ladrillos eran las características por las que era reconocido el Instituto Nacional de Zaragoza (INZA).
Por varios años la comunidad educativa de dicho instituto buscó la colaboración de cooperantes y del mismo Ministerio de Educación (MINED), troche para que en conjunto se pudieran mejorar las condiciones de uno de los más importantes centros de enseñanza de Zaragoza.
“Enviamos muchas cartas que no las respondieron, see tocamos puertas que nunca se abrieron, cure hicimos peticiones que no fueron escuchadas, sin embargo, a pesar de estas circunstancias no nos faltó la fe en Dios, siempre hubo una esperanza que nos impulsó a seguir buscando”, afirmó Iris Anabella Callejas, directora del INZA.
Asimismo, Callejas comentó que los esfuerzos encaminados a la mejora de la infraestructura del Instituto tuvieron como único fin brindar educación de calidad a los más de 500 alumnos del centro educativo, los cuales no solo provienen de Zaragoza, sino también de municipios vecinos. La directora del instituto aseguró que las aulas construidas con la colaboración japonesa son de “calidad”, ya que fueron edificadas tomando en cuenta parámetros pedagógicos, además están equipas con mobiliarios académico adecuado a las necesidades de estudiantes de bachillerato.
“El pueblo de Japón nos ha provisto de un edificio que mejora significativamente nuestro ambiente escolar y educativo. Ampliaremos la cobertura del servicio educativo, dispondremos de más espacios y con ello más oportunidades para más jóvenes en edad de estudiar”, argumentó Callejas Al respecto, Carlos Canjura, ministro de Educación, comentó que existen dos pilares fundamentales para la construcción de unas sociedad educada, el primero de ellos es asegurar que los estudiantes sean atendidos por maestros capacitados y el segundo consiste en crear ambientes adecuados para el aprendizaje.
“Nos hemos propuesto presentar una Política Nacional de Infraestructura Escolar, creo que tenemos mucha deuda con la población salvadoreña y es preciso que avancemos en la definición de lo que puede considerarse como un centro escolar”, aseveró Canjura.
El monto total de la obra asciende a 138 mil 211 dólares, de los cuales el gobierno de Japón, a través del Programa Asistencia Financiera No Reembolsable para Proyectos Comunitarios de Seguridad Human (APCS) aportó 119 mil 587 dólares.
Con lo cual se construyó un módulo de dos plantas con cuatro aulas, cocina y bodega, además de la ampliación de los servicios sanitarios y el mobiliario necesarios para la nueva infraestructura.
