Washington/Connecticut/Parkland/AFP
Aldo Gamboa/Leila Macor
Más de un millón de estadounidenses de todas las edades, cansados de los tiroteos y matanzas en escuelas, se lanzaron el sábado a las calles de Washington y otras ciudades para exigir la adopción de controles más rígidos de acceso a las armas de fuego.
Las marchas fueron convocadas y organizadas por jóvenes estudiantes contra la constante violencia por armas, que deja unos 30.000 muertos cada año en el país.
Pero multitudes de adultos se sumaron, en lo que ya se considera una de las mayores protestas en al menos una generación.
Fuentes ligadas a la organización de la protesta dijeron a la cadena NBC que en Washington se reunieron al menos 800.000 personas. En Nueva York, marcharon unas 175.000 personas, según el alcalde Bill de Blasio, que advirtió en Twitter: «Estos estudiantes cambiarán Estados Unidos».
Centenares de marchas se registraron en ciudades como Nueva York, Atlanta, Boston, Chicago, Dallas, Houston, Miami, Nashville y Los Ángeles, entre muchas otras, así como en Londres, Reino Unido, y varias ciudades de Canadá.
Los oradores más ovacionados en Washington fueron los sobrevivientes del tiroteo del mes pasado en una secundaria en Parkland, Florida, donde 14 estudiantes y tres adultos murieron.
«Súmense a nosotros o preocúpense, porque los electores van a hablar», dijo Cameron Kasky, sobreviviente de esa matanza.
– Cuestión electoral –
David Hogg, otro de los sobrevivientes, dijo a la multitud: «Podemos y vamos a cambiar este mundo». «¡Haremos de esto una cuestión electoral!».
Los manifestantes también saludaron con una ovación a Yolanda Renee King, de apenas nueve años y nieta de Martin Luther King, quien pidió «un mundo sin armas».
«¿Cuántos más deben morir?», se preguntaban en la fría mañana de este sábado incontables pancartas, en referencia a la última matanza de Parkland. «¿Seré yo la próxima?», rezaba el cartel que llevaba una joven en medio de la multitud.
«Libros, no armas», «Protejan a los jóvenes, no a las armas», «¡Ya basta con las armas!»: esas consignas se repetían miles de veces en la marea humana que se movilizaba por la Avenida Pensilvania, que une la Casa Blanca con el Capitolio, sede del Congreso.
El presidente Donald Trump no se encontraba en Washington pero la Casa Blanca emitió un comunicado aplaudiendo «a los numerosos jóvenes estadounidenses valientes» que marcharon.
Formalmente, la «Marcha por Nuestras Vidas» pide la prohibición tanto a la comercialización de rifles de asalto como la venta libre de cargadores para armas semi-automáticas, así como el refuerzo de los controles de antecedentes de las personas interesadas en comprar armas.
– Clase política en la mira –
La ira de los manifestantes se enfoca fundamentalmente en la clase política, que ha sido incapaz de articular una respuesta efectiva a la generalizada violencia con armas de fuego.
«¡Estoy cansada! No quiero más que los políticos dediquen sus ‘pensamientos y oraciones’ a esta tragedia. ¡Queremos acciones! ¡Queremos que hagan algo! ¡Ya basta!», dijo a AFP la estudiante Rose Gomez, de 17 años, quien se sumó a la marcha acompañada de toda su familia.
Otros manifestantes pedían reformar la Segunda Enmienda de la Constitución, que consagra el derecho de los ciudadanos a poseer armas de fuego, mientras muchos otros reclamaban el fin de la influyente Asociación Nacional del Rifle (NRA), poderoso lobby que defiende la posesión de armas y que contribuye a campañas políticas, incluyendo la de Trump.
«No deberíamos tener armas en nuestra sociedad. Estos muchachos tienen toda la razón», dijo Jeff Turchin, de 68 años, que aportó su voz a la protesta.
El senador demócrata Chris Murphy, que representa al estado de Connecticut (donde 20 niños fueron asesinados a balazos en una escuela en 2012), dijo este sábado que el movimiento lanzado por los estudiantes «debe convertirse en una fuerza electoral».
Las marchas cuentan con el apoyo de personalidades como el actor George Clooney y su esposa Amal, que donaron medio millón de dólares para el movimiento. Oprah Winfrey y Steven Spielberg también sumaron su apoyo, y el actor Bill Murray comparó las marchas del sábado a las protestas contra la guerra de Vietnam en la década de 1960.
En el escenario principal, en el centro de Washington, los oradores se alternaban al micrófono con presentaciones de músicos como Ariana Grande, Demi Lovato, Miley Cyrus y Jennifer Hudson, quien perdió a su madre y un hermano en un tiroteo en Chicago en 2008.
– Paul McCartney en NY –
Así como en la capital, muchísimas ciudades de todo el país eran inundadas literalmente por jóvenes, niños y adultos.
En Parkland, Florida, miles de personas manifestaron en el parque Pine Trails, el mismo lugar en que hace poco más de un mes los vecinos se reunieron para una vigilia en conmemoración de los 17 fallecidos en la escuela secundaria local.
«La vigilia fue una noche de duelo, pero este día es un día de activismo», dijo a AFP Kuishawn Cole, un estudiante de 17 años cerca de la escuela donde ocurrió la masacre.
En Nueva York, el músico Paul McCartney caminó en medio de la multitud y habló de la muerte a balazos de John Lennon en 1980.
Al otro lado del país, en Los Ángeles, la comediante Amy Schumer dio un discurso conmovedor frente a cientos de miles de personas. «Están matando niños», dijo de los lobbys proarmas.