Redacción YSUCA
Un 99.2% de 128 organizaciones consultadas reportan haber sufrido violaciones a los derechos fundamentales, como la libertad de expresión, la libertad de participación y la libertad de asociación. Así lo revela el informe «Ver, oír y callar: la nueva realidad del espacio cívico», realizado por CRISTOSAL.
El estudio reveló que el 85.9% de las organizaciones recurre a la autocensura, limitando su libertad de expresión y participación. Además, muchas de ellas trabajan a puertas cerradas para evitar ataques e incluso ocultan su identidad en espacios públicos y virtuales.
Asimismo, el 53.9% de las organizaciones ha sido víctima de ciberacoso, manteniendo a defensores de derechos humanos y activistas bajo un asedio constante por parte del Estado, afirmó Moisés Márquez, del Movimiento Indígena para la Articulación de las Luchas de los Pueblos Ancestrales de El Salvador – MILPA.
El 74.2% de las organizaciones reporta un cierre progresivo de espacios públicos y de canales de comunicación con instituciones estatales, lo que limita su labor organizativa y sus alcances. En cuanto a los ataques, el 37.6% señala a influencers afines al gobierno como los principales agresores, seguidos por la Presidencia de la República (24.6%) y diputados oficialistas (18.8%).
Cecilia Hernández, del Movimiento Salvadoreño de Mujeres y fundadora del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer, lamentó el cierre de espacios para organizaciones feministas con las instituciones estatales, lo cual ha dificultado el desarrollo de programas, explicó.
La movilidad humana es otra de las estrategias que las organizaciones han considerado ante el cierre del espacio cívico y las políticas de acoso. El informe detalla que el 6.5% de las organizaciones reporta que algún miembro ha migrado.
Rina Montti, directora de Investigación en Derechos Humanos de Cristosal, expresó su preocupación por la censura y la autocensura. Recomendó la independencia de poderes y el respeto a los derechos fundamentales por parte del Estado salvadoreño.
Montti añadió que muchas organizaciones sienten temor ante la profundización de las amenazas del Estado hacia el trabajo que desarrollan.