Redacción Nacionales
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“¿Cómo puede demostrar (presidente Bukele) que le interesa realmente defender la libertad de prensa en el país ?, para empezar que elimine los discursos de odio que promueve a través de sus cuentas de twiter o medios de comunicación. Así como sus funcionarios. Esto debe ser eliminado de el tema de la vocería de sus funcionarios, si de verdad le interesa”, respondió la presidenta saliente de la APES, Angélica Cárcamo.
La reacción se dio este fin de semana cuando se juramentó la nueva directiva de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), y la reunión sostenida por algunas organizaciones sociales con el presidente de la república, Nayib Bukele, que se extendió por tres horas.
“Sobre la reunión que sostuvo un grupo de organizaciones de la sociedad civil con Casa Presidencial, hay que mencionar que la Asociación de Periodistas (APES) no fue invitada. Y nos sorprendió porque el tema de la libertad de expresión se tocó en las conferencia de prensa -que dieron las organizaciones- en donde mencionan que el presidente se comprometía a defender la Libertad de Expresión, aunque para nosotros más que las palabras, son más importantes los actos”, agregó Cárcamo.
Y es que, el registro que realiza APES, sobre la ocurrencia de arbitrariedades y abusos hasta físicos al gremio periodístico por las autoridades de gobierno, van al alza. Y esto preocupa por los derechos adquiridos de prensa, libertad de expresión y acceso a la información pública.
Según el comparativo de su Observatorio la APES, desde año 2020, se ha duplicado la cifra de casos al año 2021, violentado no solo los derechos de los periodistas, sino también a la libertad de expresión y prensa. Con el reporte de 63 casos para el año pasado. Y 167 casos, para 2021, lo que consideró Cárcamo, eran cifras que hablaban por si solas.
“¿El presidente Nayib Bukele ofrece garantizar la Libertad de Expresión?, bueno, entonces que presente una propuesta de ley o promueva el anteproyecto de ley de protección a periodistas que se presentó en el 2018; porque cuando llegó la nueva legislatura con mayoría parlamentaria de Nuevas Ideas, -partido oficial- terminaron archivándola, entonces, que la saquen del archivo, la discuten y se aprueba. Claro, si le interesa garantizar la libertad de expresión”, reiteró Cárcamo.
Asimismo, la expresidenta de APES, hizo un llamado a dejar de drenar el contenido de la Ley de Acceso a la Información Pública, ante las recientes y numerosas reformas al marco jurídico que se encuentran en manos de la Asamblea Legislativa. Y que al Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP) le devuelvan la independencia de su mandato para actuar. Y que no se convierta en un “brazo de Casa Presidencial”, para que su trabajo sea coherente con la transparencia.
“¿Qué otros puntos podría generar en mayor profundidad el presidente Bukele?, puede dejar de atacar a medios de comunicación: Hemos visto como en los últimos años algunos medios de comunicación han estado cerrando espacios a programas informativos que han sido cerrados precisamente por presiones del gobierno”.
“Y como también la pauta publicitaria gubernamental es empleada como premio y castigo, que ha afectado al punto que hay medios de comunicación en crisis económica e incluso algunos por cerrar definitivamente, y esto lo sabe el gobierno, o sea, son actos más que palabras”, reafirmó Cárcamo.
Mientras, Susana Peñate, de APES, también presentó un diagnóstico sobre los retrocesos en materia de libertad de prensa y expresión, en el cual, las mujeres periodistas se ven mucho más afectadas por los acosos digitales que tienen una carga alta de misoginia.
“Con las mujeres periodistas reciben hasta amenazas de violación sexual y eso es una agresión misógina que están enfrentando, pero también existe el acoso sexual que proviene de varios entornos desde sus mismos compañeros, ya sea de profesión, del lugar de trabajo o fuentes informativas; entonces, las mujeres periodistas están en una doble vulnerabilidad por el hecho de ser periodistas y el acoso sexual que también enfrentamos”, expresó Peñate.
En cuanto agresiones por género hay un número mayor referido a los hombres, aunque las mujeres también están en números altos y hay 32 casos de colectivos, que se refieren a grupos de personas que sufrieron la misma agresión y no se hace separación de cuántos hombres y mujeres en ese momento.
“Tenemos agresiones hacia medios de comunicación como tales, y ya registramos una agresión a un periodista una colega de la comunidad LGBTI, observamos que las cargas son machistas y misóginas hacia las compañeras y mujeres trans. Y en el registro de Reporteros sin Fronteras, dieron a conocer este año sobre la Libertad de Prensa, que es registro mundial, han colocado a El Salvador en el puesto 82 , con cifras rojas porque ya es peligroso”, recalcó.
Sobre el ranking de agresores, Peñate explicó que hicieron un comparativo de donde proceden las principales agresiones y son las instituciones públicas. Dentro de ellas, los cuerpos de seguridad (PNC/Agentes de seguridad), y citó el último caso de agresión física de Jorge Beltrán, de El Diario de Hoy, quien fue abofeteado por un agente de la Policía Nacional Civil, y el fotoperiodista que fue golpeado por un seguridad privada de una exfuncionaria en las instalaciones de la Asamblea Legislativa.
“Este tipo de comportamientos que tienen las autoridades de seguridad, seguidos por funcionarios que realizan agresiones físicas, pero desde sus cuentas en redes sociales y que comienza por la presidencia y demás autoridades, hacen alusiones despectivas a los periodistas o medios de comunicación que no publican las notas como quisieran verlas o que no publican lo que a ellos les gusta ver, denigran a quienes les hacen cuestionamientos que nos les agradan”, puntualizó Peñate.