Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
El testimonio de José Gervasio Díaz conmociona e impacta a quienes le escucharon en el foro “Avances y Obstáculos en el Proceso Penal de El Mozote”, como sobreviviente de esa masacre solo tiene una pregunta: ¿por qué los mataron?, antes de reconocer que desearía salir del país y cerrar ese capítulo de su vida para siempre.
“Han pasado 37 años de la masacre de El Mozote, algo que considero no debió pasar porque la gente que vivía en la zona era humilde. Esa gente no estaba involucrada (en la guerra civil), éramos campesinos. Antes de eso hubo puestos de soldados en el lugar (caserío El Mozote) y nos quedamos allí, pensando que nos protegerían pero no fue así. Ellos mismos nos hicieron el daño después, fue como una traición, porque les dábamos de comer de lo que teníamos lo de las vaquitas, gallinas, tuncos y maíz, pero mataron a la gente”, narró.
La asociación de derechos humanos Tutela Legal “Dra. María Julia Hernández”, la Fundación Heinrich Böll Stiffung y el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (IDHUCA) abrieron el foro “Avances y Obstáculos en el Proceso Penal de El Mozote”, en la búsqueda de un apoyo desde la sociedad y otras organizaciones para buscar la justicia a este caso emblemático.
La Masacre de El Mozote y sitios aledaños fue una acción militar bajo la modalidad de “tierra arrasada”, realizado por el batallón élite “Atlacatl”, preparado en la guerra contrainsurgente por el Gobierno de Estados Unidos, que apoyaba al gobierno de turno en El Salvador, acompañado de un combinado militar de la zona al Norte de Morazán.
Atrás de la “Operación Rescate” se deriva una serie de crímenes de guerra que terminó con la vida de más de mil personas en El Mozote, y entre ellas la mayoría de víctimas ejecutadas fueron niños y niñas, que no sobrepasaban los 12 años de edad, como documentó científicamente el Equipo de Antropología Forense de Argentina.
La salida abrupta de José de El Mozote y el país se da por razones de “reclutamiento forzado”, primero fue el Ejército que lo lleva a un cuartel, pero a los ocho días decide desertar y se evade con solo la ropa que lleva puesta (una calzoneta) y descalzo. Posteriormente, la guerrilla lo captura y trata de reclutarlo, pero, los evade con la promesa que volverá.
“Cuando llegué a la casa con mi familia, eran los primeros días de diciembre de 1981, ellos me dijeron que no me podía quedar porque me iban a matar cualquiera de ellos, así que me arriesgué para escapar, entonces decidí irme a Honduras, salí por Nahuaterique y llegué a Marcala, estando ahí supe de la masacre en El Mozote, mi familia murió toda(…) éramos doce y solo quedé yo. Y de mis otros parientes, entre tíos, tías y primos, perdí a cincuenta. Lloré, me dolió y terminé viviendo seis años en Puerto Cortez, Honduras y regresé hasta diciembre del 1986”, recordó.
Sobre su dolorosa experiencia acierta a decir que como él hay más de 200 personas de El Mozote que viven en Lourdes, Colón, desde finales de los años ochenta, aislados no solo de las personas sino también esperando la justicia para sus familiares.
“Lo que veo es un pasar del tiempo que no abona a la causa de las víctimas, muchas van muriendo, ahí en Lourdes se han muerto bastantes ancianos y tenemos gente ahorita enferma de cáncer, otros están enfermos mentalmente, porque la masacre nos afectó, nos marcó para siempre. Cuando nos han preguntado los psicólogos cómo nos sentiríamos mejor, la respuesta que hemos dado es estar en una montaña alejados para sentir la paz y la tranquilidad”, manifestó.
Wilfredo Medrano, abogado de Tutela Legal “Dra. María Julia Hernández”, presentó la situación en que se encuentra el proceso judicial en el caso de El Mozote, que describió como un largo camino, con muchos obstáculos no solo por logística y apoyo financiero sino también por la negativa institucional para dar a conocer los archivos y registros de los operativos militares, para dar agilidad al caso de la masacre.
“Necesitamos la solidaridad de muchas organizaciones para presionar hacia el proceso judicial que dé por fin justicia a las víctimas. Sabemos que si se cae este caso de la masacre de El Mozote, peligran otros casos presentados por las organizaciones sobre estos”, sostuvo.
José María Tojeira, director del IDHUCA, y Eduardo García de Pro Búsqueda, reiteraron el llamado a la sociedad civil salvadoreña y organizaciones de derechos humanos a impulsar la última etapa para la justicia.
Tojeira remarcó que “lo que se produjo en El Mozote es impactante, donde se consideró a las personas como cosas, como basura, porque les quitaron la dignidad y si no imparten justicia, esto puede volver a suceder. Así que debemos acompañar el caso de El Mozote”.
Mientras, el coordinador de Pro Búsqueda consideró que el Estado debió proteger a la población y faltó a su “deber ser”, porque fueron quienes los agredieron y negaron justicia.
“La Ley de Amnistía es inconstitucional por los crímenes de lesa humanidad que sucedieron, por negar el derecho al acceso a la justicia de las víctimas y por negarles el derecho a su protección. Y lo ha dicho la CIDH, se instrumentalizó el poder del Estado para negar la justicia”, puntualizó.
Debe estar conectado para enviar un comentario.