Buenos Aires/PL
Maylín Vidal
Una multitud se congregó hoy en la emblemática y capitalina avenida 9 de julio, en la que líderes sindicales pronunciaron fuertes discursos contra las políticas gubernamentales y pidieron frenar los despidos y el ajuste.
Desde una tribuna instalada en el corazón de la monumental calle, una de las más anchas del mundo, cientos de manifestantes se agruparon desde horas tempranas en una convocatoria que juntó a las dos Centrales de Trabajadores (CTA), varios gremios y movimientos sociales.
Organizada por el sector de los camioneros, que lidera el sindicalista Hugo Moyano, en la marcha se escucharon consignas en repudio a las políticas implementadas por el Ejecutivo, que llevó a la pobreza a más de 1,5 millones de personas, recordaron desde el estrado algunos de sus oradores.
Al intervenir en el acto, uno de los secretarios generales de la Confederación General del Trabajo (CGT), Juan Carlos Schmid, apuntó que esta convocatoria tuvo como objetivo, ‘repudiar enérgicamente la rebaja de los jubilados y reclamar la derogación de la ley previsional’.
También, dijo, venimos a exigir negociaciones salariales libres y sin topes, y rechazar en todos sus términos el proyecto que el Ejecutivo envió al parlamento sobre la reforma laboral.
Le pedimos a los legisladores que no acompañen con su voto leyes que vulneran los derechos de los trabajadores y de los sectores más desprotegidos del país. Esa es la verdadera convocatoria por la que estamos presentes en este acto, remarcó.
Por otro lado, la Asociación Bancaria, que el lunes y martes encabezó un paro nacional en rechazo a la propuesta salarial de un nueve por ciento, resaltó el alto respaldo a esta movilización.
Con un fuerte discurso contra el Gobierno, pidió frenar el ajuste en tanto Pablo Michelli, de la CTA Autónoma, destacó que la marcha de este miércoles es una expresión de esperanza en los trabajadores.
Mostremos que en la unidad seremos capaces de construir un gran paro nacional, basta con el desguace del país. Sin unidad no tenemos destino, acotó.
En la tribuna también estuvo presente Hugo Yasky, el líder de la CTA, quien apuntó que lo que todos piden es ‘simplemente trabajo y dignidad’.
Hay que volver a tener una Argentina, donde el orgullo del obrero sea poner el plato de comida en la casa, que sus hijos vayan a la escuela a estudiar y no a comer, y eso se construye con la lucha, manifestó.
Más de 400 mil trabajadores, según cálculos de los organizadores, colmaron la 9 de julio con banderas, cánticos y frases que hicieron de este día otra jornada de lucha.
Para finalizar el acto, Moyano aclaró que esta movilización fue aprobada en su momento por la CGT y frente a las denuncias en su contra remarcó: ‘no estoy implicado en ningún tema de corrupción’.
Esta movilización multitudinaria conformada por distintos sectores políticos y sociales se realiza con un solo objetivo: ‘decirle al gobierno y al señor presidente que no sigan llevando adelante políticas que hambrean a la parte más sensible de la sociedad. Están hipotecando al país. Nos quieren quitar la dignidad’, concluyó.