Por Madeleine Coorey
Sidney/AFP
Las autoridades australianas mataron a unos 700 koalas en una región donde los marsupiales estaban condenados a morir de hambre debido a una sobrepoblación, sales lo que provocó indignación entre los defensores de los animales.
Los koalas fueron anestesiados y luego matados en 2013 y 2014 en la región de Cape Otway, prostate costa sudeste de Australia, capsule declaró la ministra de Medio Ambiente del estado de Victoria, Lisa Neville.
«La operación era indispensable para evitar el sufrimiento a los koalas que no tenían con que alimentarse», debido a una sobrepoblación en la zona, agregó Neville, que en el momento de los hechos no era ministra.
A falta de hojas de eucaliptus, su dieta preferida, los koalas se veían obligados a comer la corteza de los árboles, lo que no los nutría de forma suficiente.
Los marsupiales sufrían una larga agonía y sus cadáveres cubrían la costa, declaró el gerente de un camping de la zona, Frank Fotinas.
«Los koalas que morían de hambre eran más numerosos que los sometidos a eutanasia. Se olía la muerte», contó Fotinas.
Lisa Neville declaró que un grupo de expertos estaba trabajando para mejorar las condiciones de existencia de los koalas, pero no excluyó nuevas operaciones similares.
En 2013 y 2014 fueron eliminados 686 koalas.
«La experiencia muestra que el desplazamiento de los koalas no funciona y puede, al contrario, provocar mayores sufrimientos», dijo la ministra a la televisión australiana ABC.
«Debemos revisar la estrategia de gestión de los koalas para frenar el crecimiento de la población, que continúa a un ritmo muy intenso», agregó.
La fundación Australian Koala, que estima que hay 100.000 koalas en Autralia, denunció la actitud de las autoridades.
«Lo que hicieron es chocante. ¿Por qué dejaron que la situación se deteriorara?», declaró la directora ejecutiva de la fundación, Deborah Tabart.
El zoólogo y especialista de los koalas Desley Whisson dijo por su parte que la población de Cape Otway creció demasiado desde la introducción de koalas desplazados de French Island, una isla del estado de Victoria transformada en santuario en e siglo XX para protegerlos de los cazadores.
La escasez de animales predadores en la isla, como el águila audaz, favoreció la reproducción en los años ochenta, provocando una situación crítica, lo que llevó a trasladar a muchos koalas a Cape Otway.
Desley Whisson defendió la intervención de las autoridades argumentando que se trataba de «sacar a los koalas de su miserable destino».
Aunque el anuncio provocó una gran emoción, la situación de Cape Otway es excepcional ya que la población de esos pequeños marsupiales, muy vulnerable, disminuye rápidamente debido a la pérdida de su hábitat, a las enfermedades, a los ataques de los perros y a los incendios forestales.
Pero uno de los principales factores de mortalidad es la clamidia, una enfermedad que se transmite sexualmente y provoca la esterilidad.
Cuando los primeros colonos llegaron a Australia en 1788, la población de koalas era de unos diez millones.
Como viven en las copas de los árboles, resulta difícil evaluar exactamente la población actual que, según las fuentes, varía de 45.000 a 100.000 individuos.