Diego Guzmán
@Diegoolguzman
Antes de las restricciones por el COVID-19 en El Salvador, Mauricio Cuéllar, como todo buen zaguero, defendía a capa y espada la camisa de FAS; pero ahora, ante la imposibilidad de ponerse los botines, muestra gallardía para apoyar las necesidades de su comunidad ante el nuevo coronavirus y, más recientemente, la tormenta tropical Amanda.
Cuéllar es oriundo del caserío El Tigre, en Sacacoyo, La Libertad, donde ayuda con labores de desinfección para los vehículos y personas que ingresen a dicho lugar y, así, evitar contagios del COVID-19.
Empero, la situación se puso cuesta arriba para la comunidad con la tormenta tropical Amanda, que allí no causó muertes, pero sí dejó pérdidas materiales.
Y es que resultaron afectadas más de 200 personas, quienes fueron trasladadas a albergues en la zona, luego de la torrencial tormenta que cayó el fin de semana.
Sin embargo, Mauricio Cuéllar lidera, una vez más, los esfuerzos para proveerles ropa, alimentos y medicamentos para los damnificados del caserío El Tigre.
“Lo que se está viviendo aquí es complicado, porque hay gente que perdió todo. Además, ven sus casas y surge el llanto, porque es lo único que tienen y esta situación nos tomó por improvisto porque el río se desbordó y la mitad de la comunidad se inundó”, describió el defensor de los tigrillos.
En la misma línea, Cuéllar explicó que la obstrucción con ramas de árboles en el puente, cercano a la comunidad del caserío El Tigre, terminó incidiendo para que se diera la inundación.
“Hay un proyecto que está en proceso de Protección Civil, del cual estoy involucrado, y habíamos estado pendientes del río, pero este tapa el puente cuando arrastra árboles y así es como se generó la inundación”, pormenorizó el defensa de los santanecos.
De momento, Mauricio Cuéllar dijo que ya se recibieron colchonetas e insumos de limpieza y mascarillas de la Alcaldía en los dos albergues habilitados, pero urgen de alimentos y medicinas.
“Víveres y medicina, porque tenemos el caso de dos niños, que tendrán quince días de nacidos, de gente que lo han perdido todo. Ropa, también, porque hay gente que salió sin tomar nada de la casa, porque los tomó de improvisto”, expresó el futbolista del caserío El Tigre.
Eso sí, Mauricio Cuéllar ya realizó algunas acciones con el fin de recaudar fondos y palear así las necesidades, pero no ha sido suficiente.
“Yo iba a rifar unas camisas para apoyar a las personas afectadas por lo del COVID y tenía pensado realizarla el domingo, pero por el clima no pude hacerla. La rifa no se ha hecho, pero lo que se ha recaudado ya se invirtió para ayudarle a estas personas”, manifestó el zaguero central de los tigrillos.
Perdieron la cosecha
Pese a las necesidades más urgentes, Mauricio Cuéllar también se vio afectado por la tormenta Amanda, al perder la cosecha que hizo su familia.
“Donde vivo no llegó la inundación; pero, quizá, un poco más de la mitad del cultivo se perdió porque el nivel del agua no baja rápido y si fuera así quizá algunos cultivos, como el arroz, aguantarán un poco, pero en esta situación, que no para de llover y el río no baja, se vuelve complicado”, contó el defensa de FAS.
Durante la pandemia del COVID-19, Mauricio Cuéllar alternaba las labores de desinfección con la siembra en el terreno de su familia.