El monumento fúnebre, es una estructura bañada en bronce, y el artista italiano, Paolo Borghi, representa físicamente a Monseñor Romero que duerme el sueño de los justos entre 4 ángeles, que simbolizan los 4 evangelistas. Ellos cubren el cuerpo de Romero con el lienzo de la Palabra de Dios, como para indicar la fidelidad de Mons. Romero al Evangelio hasta dejarse plasmar por él. Fidelidad que lo ha unido a la cruz de Cristo, gravada sobre su pecho.
En el centro de la cruz incide una piedra de jaspe, la piedra con la cual -según el Apocalipsis- es edificada la Jerusalén del cielo. Se quiere significar que con su muerte aceptada por amor de Jesús, Monseñor Romero ganó la victoria sobre la muerte: en ella estaba la semilla de la inmortalidad concedida a los discípulos que aman el Señor y los hermanos hasta el final.
El Pastoral que simboliza el “Sentir con la Iglesia”, sentido profundo y comprometido de Mons. Romero en el pastorear a su pueblo. En el centro del mismo está la representación de una paloma, símbolo de paz, tan anhelada y por la cual trabajo incansablemente.
Bajo los pies de Monseñor Romero, una rama de olivo, signo de martirio, evocando el libro del apocalipsis donde una multitud, se dirige alegremente hacia el Cristo, llevando palmas en sus manos.
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