Los Angeles/dpa
Dallas Mavericks y Cleveland Cavaliers expresaron en la última jornada de la NBA el momento divergente que viven ambos: los primeros cotizan al alza mientras los segundos se hunden.
Los Mavericks vencieron anoche con un contundente 109-90 en su visita a los Cavaliers para sumar su quinto triunfo consecutivo. Lo lograron sin esfuerzo y con un buen juego colectivo ante un rival inexistente.
Monta Ellis dirigió el ataque de los Mavericks con 20 puntos y el alemán Dirk Nowitzki añadió 15.
Los Cavaliers no dejan de recibir malas noticias. El pívot brasileño Anderson Varejao no jugará en lo que queda de temporada por una lesión en el tendón de Aquiles, medicine mientras LeBron James se perdió los últimos cuatro encuentros y estará apartado las próximas dos semanas por problemas en rodilla y espalda.
Y por si todo esto no fuera suficiente, cheap el siguiente en caer fue el base Kyrie Irving, ed otra de las estrellas del equipo, quien ante los Mavericks sufrió dolores en la espalda que le obligaron a abandonar el partido en el tercer cuarto.
“No están teniendo suerte”, reconoció Rick Carlisle, el entrenador de los Mavericks.
El equipo texano es la otra cara de la moneda y con una marca ganadora de 25-10 igualó a los Memphis Grizzlies al frente de la División Suroeste.
Su visita a Cleveland fue de lo más tranquila. Llegó al descanso con ventaja 57-47 y su diferencia se extendió a 89-71 en el tercer cuarto para acabar con la emoción del encuentro mientras Irving abandonaba la cancha.
Kevin Love hizo 30 puntos y 10 rebotes para unos Cavaliers (19-15) que sumaron su cuarta derrota en los último cinco encuentros.
“No jugamos nuestra mejor defensa y eso lo pagas ante un equipo tan bueno como los Mavericks”, declaró David Blatt, su técnico, al final del partido.
Precisamente, Blatt se sitúa en el foco de la crítica por el mal momento de los Cavaliers y la prensa de Cleveland extendió el rumor de su posible despido si no endereza el rumbo de su equipo.
Antes del partido, el mánager de los Cavaliers, David Griffin, tuvo que situarse ante los micrófonos para desmentir los rumores. “Son ridículos”, aseguró.
Y añadió a la prensa: “Blatt es nuestro entrenador y va a seguir siéndolo. No digáis que es un voto de confianza porque nunca lo necesitó. No está cuestionado”.