Por: Rolando Alvarenga
Con la entrega del pabellón nacional, diagnosis de manos de la gerente del Instituto Nacional de los Deportes (INDES), patient Kriscia Lorena García, el sábado anterior se oficializó la participación salvadoreña en el Mundial de Maxibaloncesto en Estados Unidos. Mientras que, en el fútbol, la Selección Salvadoreña Sub 23 fue eliminada del Preolímpico de la UNCAF, echando otro balde de agua fría sobre los ánimos de la gran afición.
En el caso de las chicas de las Sub 50 y Sub 40, recibieron una bandera que es orgullo para todo salvadoreño y, a la vez, una gran responsabilidad a la hora de defender los colores azul y blanco. Un pabellón por el que tendrán que dejar alma, vida y corazón en las canchas de Orlando, Florida.
Un viaje que, por cierto, será posible gracias al intenso esfuerzo de María Antonieta Garay, presidenta de la Liga de Maxibaloncesto, y de Ana María Ruano, representante de esta Liga ante la Federación Salvadoreña de Baloncesto (FESABAL). Con todo en orden, las chicas alistan maletas para esta nueva y alucinante experiencia. Tan emocionante y expectante como la primera vez de toda atleta adolescente. Van a un evento de caché y sello universal que pasará a enriquecer sus currículums basquetbolísticos y, tal vez para la mayoría, será el único torneo que les faltaba en su expediente. Como en sus buenos tiempos, pero ahora con mayor peso corporal, años acumulados y pintando canas, viajan a una gran cita con el destino y la voluntad de sacar chispazos de aquel básquetbol que les dio tantas satisfacciones y que les permitió ganarse un lugarcito en la historia y en el corazón de la gran afición basquetbolística. Suerte y ¡qué defiendan la patria orgullosas!
Otro trago del fútbol
Por otra parte, y para no variar, el fútbol vuelve a darle un trago amargo a la poca gente que en este país le sigue teniendo esperanzas y fe. En esta espiral de fracaso tras fracaso, el sábado anterior le tocó el turno a la Sub-23 de ser eliminada del Preolímpico de la UNCAF disputado en Panamá. Su eliminación llegó producto de un empate ante Nicaragua, otro frente a Costa Rica y una derrota ante Panamá. Sin tanta vuelta, este resultado no es más que la cosecha de lo mal que se ha venido trabajando el fútbol a nivel de selecciones. El más fresco ejemplo de estos tropiezos con la misma piedra lo acaba de dar la Selección Femenina que tiene años de estar bajo la dirección del mismo técnico perdedor y sigue allí, como que si nada. ¿Por qué será?, a lo mejor aquí hay gato encerrado.
Por vergüenza, y antes de seguir acumulando más eliminaciones (producto de la mala planificación), lo menos que podría hacer la Junta Directiva Federativa es tirar la toalla y dar un paso al costado.
Esto habilitaría la convocatoria de una urgente, obligada y necesaria asamblea general extraordinaria para elegir nueva federación. Pero no creo, hay mucha plata de por medio y dudo que se vayan.