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Las presiones de los seguidores del diputado venezolano Juan Guaidó, que pretenden tomar la Embajada de Venezuela en Washington, se han intensificado y han dejado un saldo de tres personas detenidas hasta el momento.
Más temprano, el embajador de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Samuel Moncada, denunció a través de su cuenta de Twitter la situación de asedio que padecen los activistas que se mantienen en la sede diplomática para impedir la entrada del personal nombrado por Guaidó y dirigido por su representante ante Estados Unidos, Carlos Vecchio.
‘Codepink’, una ONG que se opone a las ocupaciones militares de Estados Unidos en otros países, informó en las redes sobre la detención de dos activistas, entre ellos su codirectora, Ariel Elyse Gold, y un opositor, que posteriormente fue liberado, por parte del Servicio Secreto estadounidense.
El arresto ocurrió, según el reportero Alex Rubinstein, luego de que los dos activistas lanzaran alimentos para quienes permanecían dentro del edificio, cuyo ingreso o salida está prohibido por las autoridades que lo han sitiado, y uno de los opositores tratara de impedirlo.
La también periodista Anya Parampil explicó en la red social que las personas que se encuentran dentro del edificio no tienen comida y que quienes apoyan al autoproclamado «presidente encargado», que se han apostado con carpas a las afueras de la embajada, han dicho que no permitirán el ingreso de comida «para que mueran de hambre».
Denuncias de ataques
Moncada colgó una serie de videos e imágenes donde se registran los intentos de ingreso forzado a la misión diplomática y la destrucción de un par de cámaras de seguridad, por parte de los opositores.
Vecchio, por otro lado, ha asegurado que el personal a su cargo ocupará la Embajada donde se encuentran los movimientos sociales agrupados en Colectivos por la Paz (Collectives for Peace), conformados por ‘Popular Resistance’ y ‘Codepink’.
Estas organizaciones sociales permanecen en el edificio con la invitación del Gobierno de Nicolás Maduro para evitar que los opositores lo ocupen, después de que la Cancillería venezolana denunciara que personal de Guaidó había tomado ilegalmente la sede del consulado de Venezuela en Nueva York, el 13 de abril, y la oficina venezolana del Agregado Militar en Georgetown, el 19 de marzo.
Insultos y ataques
La noche del pasado miércoles, según recogen los videos compartidos por Moncada, un grupo de miembros de colectivos estadounidenses que permanecían en el lugar fueron insultados y agredidos por los seguidores del diputado opositor venezolano, que se mantienen a las afueras de la sede diplomática.
En las imágenes se puede apreciar cómo los seguidores de Guaidó les gritaban «chulos» (vividores), «lambucios» (hambrientos), «mantenidos», «rojos», «cobardes» o «gringos traidores», mientras se reían al ofrecerles pizza y preguntarles si tenían hambre.
El embajador venezolano ha manifestado en las redes sociales su «respeto y agradecimiento» para los «héroes que se exponen a los ataques de almas enfermas».
De igual manera, quedaron registradas por las cámaras de seguridad de la construcción el intento de ingreso de los opositores, que portan prendas alusivas al tricolor de la bandera venezolana.
Vecchio ha pedido paciencia y ha dicho que «están contados» los días de estos movimientos sociales dentro del edificio, que han prometido permanecer en el sitio «hasta el último momento».
Otro clip subido a las redes recogió su intento fallido de irrupción en la Embajada, desde donde le gritaban «títere de Trump», con referencia al apoyo que ha manifestado la Casa Blanca a Guaidó y el recrudecimiento de las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela como medida de presión para que Maduro abandone el poder.
Gold, quien ahora está detenida, incluyó en su cuenta en la red social una foto donde sostenía un megáfono y escribió que Vecchio no pudo hablar porque el «canto (de los activistas) se apoderó del lugar».
La responsable de Codepink interrumpió hace una semana el discurso en el Atlantic Council del enviado especial de Washington para Venezuela, Elliott Abrams, a quien llamó «criminal de guerra».
Allí entró con una pancarta que decía «No al golpe de Estado en Venezuela» y gritó que las sanciones económicas impulsadas por la Casa Blanca «socavan la democracia de un país», ante un auditorio que la abucheó.
Hace poco más de tres meses el mandatario venezolano ordenó a todo el personal diplomático de Venezuela en Estados Unidos regresar a su territorio, tras la ruptura de relaciones entre ambos países.
Ante esta decisión, el personal designado por Guaidó ha afirmado que ocupará esa sede diplomática. Por otra parte, el Departamento de Estado de Estados Unidos fijó el mismo lapso, ya vencido, para que los funcionarios del Gobierno venezolano abandonen el lugar e ingresen los nombrados por el diputado, a quien reconocen como «presidente encargado».
Venezuela exige protección
«Exigimos al Departamento de Estado de EEUU cumplir con su obligación como signatarios de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y proteger el edificio de la antigua embajada de Venezuela en Washington, tal como nuestro Gobierno protege sus instalaciones en Caracas», escribió en Twitter el canciller, Jorge Arreaza.
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