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Oscar Martínez
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Conmemorar el acontecimiento histórico del Primero de Mayo, Día de la Clase Trabajadora, se convierte en un acto heroico por las 8 horas de trabajo, un legado histórico conquistado con sangre obrera, pues sus protagonistas fueron ahorcados por el poder económico, político, jurídico e ideológico dominante.
Ese poder hegemónico de la burguesía nos recuerda que en El Salvador, un Primero de Mayo en 2015, asesinaron al líder de la Asociación de Lisiados de Guerra de El Salvador “Héroes del 89”, Israel Quintanilla, su asesinato y el de su hijo y otros compañeros lisiados de guerra siguen en la impunidad.
ALGES desde 1997 participa en la conmemoración del Primero de Mayo por su identidad de clase social, pues son personas lisiadas de guerra que trabajan en la agricultura sostenible orgánica con el apoyo de ALGES como una de las formas de responder a las exiguas oportunidades que les brinda el sistema neoliberal.
Así también, ALGES trabaja de forma exitosa desde hace 18 años en un Programa de Inserción Laboral para Personas Lisiadas de Guerra para responder a esa cultura excluyente del Estado salvadoreño de no brindarle oportunidades de trabajo.
El programa funciona a través de convenios firmados con diferentes instituciones públicas para la administración de servicios sanitarios públicos en donde laboran 161 personas, quienes gozan de todas las prestaciones laborales establecidas por la ley.
Por esa razón, hoy en el Día Internacional del Trabajo, debe reflexionarse y cumplirse la garantía de estabilidad laboral y el cumplimiento de las leyes a este sector de lisiados de guerra, así como que se generen nuevos espacios laborales.
Dado a que el trabajo es un derecho universal debe de cumplirse el del Artículo 24 de la Ley de Equiparación de Oportunidades, en el cual se establece que: “Toda empresa privada o institución pública tiene la obligación de contratar como mínimo a una persona con discapacidad por cada 25 trabajadores que tenga a su servicio”.
Asimismo, el Estado salvadoreño debe acatar el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, la cual fue ratificada en nuestro país en el año 2007, y en la que se dicta que: “Los Estados parte reconocen el derecho de las Personas con Discapacidad a trabajar en igualdad de condiciones con las demás”.
Visualizar a las personas lisiadas de guerra desde un enfoque de derecho es de suma importancia en El Salvador, garantizarles sus derechos es mucho más y no solo con palabras sino con hechos, así como dice el precandidato presidencial del FMLN Gerson Martínez, que cuando la batalla de las ideas se tiene perdida, la mejor manera de combatirla es con la conducta y los hechos de las personas. Refiriéndose a la ética, la moral, los principios e idearios de la izquierda revolucionaria para hacer de El Salvador, un nuevo El Salvador.
Esas palabras del precandidato de la izquierda del FMLN se dan ya en una coyuntura electoral para las presidenciales en donde el FMLN está llamando a las fuerzas de la clase trabajadora a profundizar los niveles de unidad y a ampliar las alianzas con otros sectores.
Por ello, también es importante señalar la importancia que tiene el encuentro de la Presidencia de la República con las organizaciones sindicales, pues a algún entendimiento tienen que arribar para enfrentar al verdadero enemigo de la clase trabajadora: ARENA.
En ese sentido el FMLN deberá asumir su tarea histórica de trabajar con la clase trabajadora y con el pueblo en general para incrementar la organización, la movilización y lucha en defensa de los intereses de la clase trabajadora.
