La proporción de quienes piensan que Bolsonaro debe seguir en el cargo cayó 13 puntos porcentuales en el mismo período al pasar del 45 al 32 por ciento.
El índice de respaldo a la exoneración del mandatario resulta marca para PoderData a esta pregunta.
Aparece técnicamente empatado con el 57 por ciento registrado a finales de mayo, teniendo en cuenta el margen de error de dos puntos porcentuales de la pesquisa.
El número emerge en un momento de tensión entre Bolsonaro y otros poderes, en particular la Justicia Electoral.
Se trata de la primera indagación realizada tras la transmisión realizada por el exmilitar en el que denunció sin pruebas indicios de fraude en el recuento de votos por urna electrónica en las justas comiciales.
El examen se apoyó en dos mil 500 entrevistas en 433 municipios de los 27 estados de la federación.
Según el estudio de julio de PoderData, al menos 12 de los 33 partidos en el país estuvieron a favor de la cesación de Bolsonaro y otros tres dieron señales de apoyo.
Las 15 organizaciones políticas que respaldan o emiten señales por el despido tienen 181 diputados y 25 senadores.
Para que una solicitud de impeachment (juicio político) sea aprobada por el pleno de la Cámara de Diputados, se necesitan 342 votos.
Ocho partidos se declararon en contra del proceso de separación y suman 100 parlamentarios y 18 representantes.
Otros cinco no se posicionaron en contra o a favor, entre estos el Partido Social Liberal, por el que Bolsonaro fue elegido en 2018.
El 30 de junio organizaciones políticas, populares y de la sociedad civil presentaron en la Cámarade Baja un denominado superpedido de expulsión del presidente.
Con la demanda se pretendió agrupar los argumentos de 122 demandas de impeachment contra el excapitán del Ejército, acusado de 23 delitos.
Figuran entre las infracciones cometidas por Bolsonaro citadas en el texto: el estímulo a los militares para que no cumplan la ley, la incitación a un golpe de Estado, con posiciones favorables al cierre de la Corte Suprema y del Congreso Nacional, y la apología de la tortura.
También se menciona el fomento de la indignación de la población contra el aislamiento social, la falta de un plan para combatir la pandemia de Covid-19, que cobró más de 570 mil muertes y 20 millones de contagios, y las mentiras para obtener ventajas políticas.