Rolando Alvarenga
@DiarioCoLatino
Como a todo chumpe se le llega su 24, ahora es mi turno de dar un paso al costado y apagar la compu para poner punto final a una trayectoria periodística redactando noticias nacionales, editando noticias internacionales y en los últimos 17 años escribiendo sobre deporte olímpico. Una decisión que admito, me duele porque no sé hacer otra cosa y por estar consciente que todavía no me patina el disco duro. Un retiro que solo tendrá retroceso, sí recibiera una propuesta laboral virtual en este campo.
No obstante lo hago con la satisfacción del deber cumplido y con una efectividad del cien por ciento, producto de 17 años de marcar pauta periodística olímpica, ejerciendo un periodismo responsable, frontal y profesional, a partir de la investigación y las pruebas, llamándole al pan, pan y al vino, vino. Un noventa por ciento que sale de la pasión y la experiencia por esta práctica, compartiendo constantemente toda información con cualquier cantidad de contactos en las redes sociales.
Y no creo andar tan perdido, cuando de buena o mala fe, varios integrantes de mi “clusters” y miembros de mi “team sabuesos del bachi”, me piden que no tire la toalla. Una difícil decisión que me quebrantó durante la redacción de esta última columna. Un paso que ha propiciado las consecuentes reacciones de amistad, respeto y cariño por la perseverancia al servicio del deporte, al margen de ganar poco, regular o mal. Un trabajo honesto que me permite retirarme en santas paces y la conciencia tranquila con los actuales titulares del INDES, Yamil Bukele; del COES, Armando Bruni; con un resto de atletas, entrenadores, federativos, gerentes y “gerentas perfumadas”. Una profesión ingrata, polémica, pero interesante y emocionante que a través de los años me permitió conocer a tantos campeones olímpicos y mundiales. A la vez, profundizar en casi todos los deportes y que por medio de nuestras premiaciones anuales familiares, estimular a las principales figuras nacionales e internacionales de nuestro deporte, sin aspiraciones ególatras, ni publicidad gratuita.